Una misión técnica de la Provincia busca recomponer la gestión comunal
Los funcionarios del Ministerio de Economía bonaerense estuvieron reunidos en las últimas horas con Cano. Quieren mejorar la administración de un municipio insignia que no da señales de vida.
Resultó extraño. La sesión preparatoria del Concejo Deliberante, a la que se supone que deben concurrir los principales funcionarios del gabinete, no contó con la presencia del secretario de Economía y Hacienda, José Cano. El intendente Carlos Arroyo, que igual dedicó un párrafo de su discurso a elogiarlo, se sentó entre el titular de Gobierno, Alejandro Vicente, y la de Desarrollo Social, Vilma Baragiola.
¿Por qué no fue Cano? Según pudo saber LA CAPITAL, esta semana llegó una misión técnica del Ministerio de Economía bonaerense en busca de recomponer una gestión golpeada y desgastada, lo que pareció reconocer el propio Arroyo cuando dijo que, a su entender, no pasaron cuatro meses sino “cuatro siglos”.
Ayer, mientras el intendente daba su discurso ante el plenario del Concejo, Cano estaba encerrado en su oficina, ubicada dos pisos más abajo del recinto, reunido con esa delegación del gabinete económico provincial.
“El secretario de Hacienda, que por ser quien tiene que pagar es bastante criticado y todos lo sabemos, ha logrado pagar una deuda en tres meses de 241 millones de pesos. No es un dato menor”, mencionó Arroyo.
El elogio fue, a la vez, una admisión: la del malestar que genera Cano en buena parte del elenco comunal por las reducciones presupuestarias que impone. El propio Arroyo deslizó ayer que para la oficina privada no compró “ni siquiera una goma de borrar”.
Lo cierto es que el devenir de la política doméstica encendió la alarma en la Provincia. Uno de los grandes reproches está vinculado con el aumento salarial que la comuna negoció con el Sindicato de Trabajadores Municipales, de 26% sólo para el primer semestre. Un porcentaje inusitado para un municipio que se jacta de su capacidad ahorrativa y que está en emergencia económica, financiera, administrativa, en educación y seguridad, tal cual lo pidió Cano.
Anoticiado de la falta de rumbo, el Ministerio de Economía envió su misión para ayudar a encontrarlo.
A la vez, el PRO busca exportar su “tablero de control” para enseñar a gestionar a sus intendentes. Se trata de un sistema interno que funciona en la ciudad de Buenos Aires mediante el que se evalúa el estado global de la administración y también casos particulares de cada área, como fechas, hitos de gestión, información de proyectos, trabajos atrasados o inauguraciones.
“Hoy, a casi cuatro meses de gestión, ya hay gobiernos locales que de a poco están comenzando a trabajar su propio tablero de control. En un principio se pensó replicar el sistema porteño en todos los municipios PRO, aunque después esto se redujo a los que mayor problemas tenían, tomando como base las herencias recibidas y el desorden con el que se encontraron: allí sobresalen las ciudades de La Plata, Quilmes y Mar del Plata, entre otras”, informó el portal Letra P.