“Es como si todo hubiese confluido para terminar siendo esto. Desde los sonidos de mi infancia, el estudio de piano, la formación clásica, el descubrimiento del jazz, la familia, las personas que me crucé en el camino, sobre todo mi hija. Todo terminó en este disco, por eso digo que este disco no es solo música, es vida”. Así define Cecilia Pugliese, la pianista, la profesora, la cantante, a su primera producción discográfica “Mis tangos“, que presentará este viernes, a las 22, en El Argentino Bar, con músicos invitados.

Luego de más de dos años de trabajo y un recorrido intenso, tanto desde la composición, como desde la producción y la grabación, la artista que le puso música a la película El Peso de la Ley, está esperando que lleguen los CD de la fábrica para mostrar en una noche especial, acompañada por varios músicos invitados.

El disco, una producción independiente, grabado parte en Buenos Aires y parte en Mar del Plata, fue posible gracias a un gran esfuerzo de la artista, su familia y sus amigos y contó con un subsidio del Instituto Nacional de la Música. “Fue muy gratificante, más allá de lo económico, recibir el subsidio”, reconoció la autora.

A horas de compartir este material, Cecilia Pugliese compartió con LA CAPITAL las emociones, la vorágine y el agradecimiento a tantas personas que hicieron posible “Mis tangos”.

El disco cuenta con música de Esteban Martínez Prieto y Claudio Corradini, quienes también la van a acompañar en la presentación, junto a Federico Viceconte -“colabora con una cuota importante de improvisación y de saxo soprano que le da al tango una modernidad”, además de Daniel Robles, Luciana Panaino, y Andrea Suárez.

“El disco tiene 11 canciones que empecé a escribir en 2015, algunas que tienen un toque con un poco de rock, blues, y sin embargo son tangos, la poética es tanguera y al tango no voy a dejarlo nunca por más que esté cantando bolero, candombe, joropo o lo que sea porque todo es una vuelta a la gran reserva de uno que es la infancia” contó la autora de éste, su primer disco, que comenzó “uniendo distintos aspectos que formaban parte de mi vida: la pianista clásica, el amor por el canto, la lírica, los coros. Desde el piano siempre me interesó evocar el fraseo” rememoró.

También en este disco está la experiencia del trabajo de composición. “El primero que me llamó y con el que más trabajé es con Ricardo Arriagada, una especie de gurú, mentor, porque trabajando su repertorio fui adquiriendo, sin querer, una forma hacer las cosas”.

Además, “los referentes de la tradición tanguera marplatense Daniel Robles, Luis Reales, Marcelo Sanjurjo, Patricio Quintero, Gustavo Molinari -además de Arriagada- y las chicas Karina Levine, Rocío Baraglia, Lucía Silva, de todos aprendí y de ellas, sobre todo, a dejar el piano y estar plantada en el escenario, cantando, comunicando con la voz”.

“Sacar belleza de la pena”

Del tango, Pugliese valora los recuerdos, la manera de decir, “el humor y la picardía que utiliza para salir de los momentos más crudos, más oscuros”.

Sus tangos, en tanto, tienen como hilo conductor la temática: “De encuentros se habla una vez, de desencuentros mil veces” porque todo surgió “de un desencuentro amoroso que me destapó a la necesidad de plasmar lo que estaba sintiendo. Las curvas vertiginosas de la vida, los grandes cambios, cuánto material me dieron, porque tenía técnica, tenía estudio, pero de repente me di cuenta que toda mi vida estaba en función de poder contar esas cosas que nos pasan a todos y en la necesidad de sacar belleza de una pena”.

Así hay canciones como “El Chino del chino” (milonga), “Canción de amor” (vals), “Emanuel”, “En el después”, “El Púgil” (tangos), entre otros.

El arreglador del disco es Daniel García. La música se grabó en Buenos Aires y las voces y las mezclas en Mar del Plata. “En la parte instrumental intervinieron músicos de Buenos Aires como Nico Perrone, Mono Hurtado, Daniel García, Quique Condomi, Luis Lencina. Y en Mar del Plata, en el estudio de Esteban Martínez Prieto trabajamos con Daniel Robles y Luciano Conaino.

“Creo que es un discazo, pero también creo que realmente no hubiera podido hacerlo sin haber tenido antes el gran trabajo de mi vida que fue trabajar para la película “El peso de la ley. Roberto Gispert, cuando me reclutó para la película, sin saberlo me estaba dando dos grandes regalos, uno el sueño de la vida de cualquier músico que es que tu piano, tu música, lleguen al cine y la posibilidad de producir un disco. Gracias a la película tuve el empujón. El trabajo en la película me dio experiencia, la llegada a Buenos Aires para trabajar en ese mismo estudio con la misma técnica, instrumentos, micrófonos”.

“Cuando me empecé a asomar al mundo de lo que es grabar un disco entendí que no lo podía hacer sola. Necesité muchas orejas y muchas manos, todos, amigos, vecinos, familia se convirtieron en productores y sin ellos no hubiera podido, por eso, además de momento de presentar ‘Mis Tangos’, este es un momento de puro agradecimiento”, concluyó.