LA PLATA.- El gobierno bonaerense, a través del Ministerio de Seguridad, dispuso otorgar un aumento de sueldo en cuotas para todo el personal de la policía, que llevará en julio a 15.500 pesos el salario inicial, en una medida que se conoció en medio de convocatorias a protestas policiales y de cambios de jefes como parte de una nueva reforma de la fuerza provincial.
La mejora salarial para los uniformados fuentes del Ejecutivo provincial, será en dos tramos y consistirá en un incremento retroactivo a febrero del 15 por ciento, que se pagará a partir de abril, y otro que en julio hará elevar a 15.500 pesos el salario de bolsillo de un policía que recién se inicia.
La suba, en promedio, representará un aumento anual de 25 por ciento, mientras que para las primeras categorías, como Oficial Subayudante, que percibe poco más de 11 mil pesos, será mayor y llegaría hasta 30 por ciento, según indicaron voceros del gobierno bonaerense .
“En los últimos 10 años la policía de la provincia cobró por debajo de la paritaria de la administración pública, y con este gobierno esto no va a ocurrir”, afirmó ayer el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, y prometió hacer el máximo esfuerzo para que tengan “un salario similar al de la (policía) Metropolitana”.
El aumento llegó en medio de un tenso clima en algunos sectores de la Policía Bonaerense, luego de que un grupo de uniformados amenazara en las últimas horas a través de las redes sociales con realizar retención de tareas el sábado próximo, de 20 a 22, y la posibilidad de no atender el 911, en reclamo de mejoras salariales.
Ritondo calificó de “extraña” la advertencia de la protesta policial y aseguró que el sábado “los servicios serán normales”.
Asimismo cuestionó a los uniformados que convocaron a la protesta: “Es extraño que quienes dicen defender a la policía lo hagan solamente por este tema, cuando hay otros elementos que no son satisfactorios que tienen que ver con los malos policías”.
Por otra parte, durante la jornada trascendieron en algunos ámbitos dos resoluciones ministeriales con cambios de autoridades en las departamentales bonaerenses que, según explicaron fuentes del Ministerio de Seguridad, forman parte de la reforma en la fuerza anunciada a mitad de mes.
Los voceros pusieron énfasis en aclarar que “no se trata de una purga policial”.
En ese sentido, se explicó que la reforma policial redujo de 74 a 32 la cantidad de departamentales, por lo que los comisarios generales que estaban a cargo de jurisdicciones suprimidas quedaron a disposición para ser enviados a nuevos destinos o para pasar a retiro, en caso de cumplir con los años de servicio.