El arte colonial, una asignatura “dura” pero reveladora del pasado argentino
Cerca de 200 objetos forman parte de una muestra permanente que recorre los siglos XVI, XVII y XVIII.
por Carlota Ciudad
El arte colonial hispanoamericano se abre a los argentinos en un museo renovado, en el que podrán ver cómo parte de su identidad y de su forma de ser no se diferencian tanto de los que vivían en la región por aquella época.
“Hay que pensar que el periodo virreinal ha sido un periodo extenso, casi más extenso que el periodo republicano, así que hay muchos rasgos de nuestra identidad, de nuestra forma de ser que provienen de las características de la sociedad virreinal”, introduce a EFE el director del Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco, Jorge Cometti.
En sus salas mostrarán “los tipos de consumo hacia finales del siglo XVIII”, así como elementos de la liturgia que en poco se diferencian de los actuales.
El centro, que esta semana inauguró dos nuevos espacios de exposición permanente, abrió a los habitantes de la capital una “renovación integral museográfica del Palacio Noel” (sede del Museo), que va desde la restauración de cientos de piezas hasta la fachada del Palacio, datado en 1923 y “principal exponente del movimiento neocolonial en la arquitectura argentina”.
Los cerca de 200 objetos que acoge el museo, que recorren los siglos XVI, XVII y XVIII, quedarán organizados en dos salas, “Integridad, proporción y brillantez” de las artes dominicas y “Con el sudor de sus rostros”, con las producciones de los artesanos y gremios de la Buenos Aires colonial.
Los visitantes que se animen a cruzar las puertas del histórico Palacio Noel podrán ver decenas de bustos, pinturas, libros, instrumentos musicales, ropajes para la liturgia, atriles, tallas variadas y cálices, entre otras piezas, todas ellas en “perfecto estado” tras cerca de dos años de restauración.
No quieren destacar ninguna pieza por encima del resto sino que resaltan la muestra en sí.
“Lo que se destaca es la colección misma por su inmensa variedad, que es el punto que tiene más rico la colección”, afirmó a EFE el procurador general del Museo, Patricio López Méndez.
“Creo que son pocas las colecciones de arte colonial sudamericano que tienen una variedad, una multiplicidad como la nuestra”, continuó.
Otro hito marcado por esta inauguración es que desde la organización del museo lograron cerrar el guion museológico dedicado a su patrimonio de arte colonial, que en su totalidad denominan como “el cuarto mundo”.
“América viene a quebrar un poco esa armonía, ese orden y viene a imponer nuevos desafíos y nueva preguntas al viejo mundo”, que estaba dividido por aquella época entre europeos, africanos y asiáticos, contextualizó Cometti.
Aparte de estas nuevas salas, el Museo contaba con 16 espacios en los que recorría el arte virreinal hispanoamericano en tres sectores: el mundo virreinal surandino, las misiones jesuíticas (que suman desde esta semana la orden dominica) y el Río de la Plata como puerta de entrada de diferentes influencias estéticas.
Entre estas piezas, el Museo de Arte Hispanoamericano alberga la colección pública de platería más importante de Sudamérica, según defienden sus organizadores.
Este lanzamiento de nuevas salas se dio junto a la celebración del cierre del VIII Centenario de la Confirmación de la Orden Dominica (1216-2016) y en el marco del IV Año Jubilar de la primera santa americana, Santa Rosa de Lima (1617-2017).
EFE.