La colocación de radares en rutas y autopistas sumadas a las múltiples acciones de concientización vial, han logrado que en los últimos años que la cantidad de siniestros y de víctimas disminuya.

El control viene de la mano de la sanción y los datos demuestran que los conductores tienen en cuenta su bolsillo a la hora de transitar. Las multas que tienen valores promedios de unos 2 a 3 mil pesos, se han transformado en una de las causas para que se levante el pie del acelerador.

Pero más allá del valor económico que tiene la multa, hay que tener en cuenta cómo funciona el sistema de control, ya que cada radar tiene detrás un trabajo minucioso previo a su instalación tiene como objetivo principal el de la prevención. Cada uno de los aparatos es colocado luego del análisis de las zonas más conflictivas, denominadas como “puntos negros”, buscando que allí los conductores reduzcan la velocidad. La señalización de cada radar da cuenta de que el fin no es recaudatorio sino preventivo. Por eso, es imprescindible que al planificar el viaje se busque en dónde hay radares instalados, ya que en ese lugar ocurrieron varios siniestros con heridos o muertos.

Todos los conductores cuentan, además del cartel indicativo, con la oportunidad de ingresar a las páginas web de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, del gobierno de la provincia de Buenos Aires o de la CABA, y acceder a la localización exacta de cada aparato.

Según los datos del Observatorio de Seguridad vial del gobierno de la CABA las víctimas fatales resultantes de los siniestros viales en 2010 fueron 106 y las de 2016 fueron 70 lo que demuestra una disminución del 26 %. También hubo una reducción en la cantidad de siniestros con víctimas (heridas o fallecidas) que en 2010 fueron un total de 9.947 y en 2016, 8.955 hechos ocurridos.

En la provincia de Buenos Aires también se observa una mejoría la hora de conducir. Los datos arrojados por los cinemómetros (o radares fijos) instalados en el Corredor Vial del Atlántico (rutas 2 y 11) demuestran que los conductores respetan cada vez más las velocidades máximas permitidas.

En Lavalle por ejemplo, el descenso de infracciones fue de más del 50%, ya que en el primer semestre de 2015 los conductores multados fueron 14.709 y en el mismo tramo de tiempo del corriente año (enero a junio de 2017) alcanzaron los 7.151. También en Lezama se registró una reducción del 59% teniendo en cuenta que en el primer semestre de 2014 se detectaron 83.863 infracciones por exceso de velocidad y 34.483 en el mismo periodo de este año.

Estos datos son una muestra más de que los radares logran que los conductores circulen a la velocidad que deben circular para evitar siniestros viales y que tengan muy en cuenta en dónde se ubica cada radar.

Las ong’s que trabajan en la temática vial también difunden estadísticas a fin de darle un marco a la tarea diaria que emprenden. Una de ellas es la Asociación Luchemos por la Vida que difunde anualmente las cifras de muertos por hechos viales. En su web figura que fueron 8.205 muertes en el año 2008 y 7.268 durante el 2016. Estas cifras que muestran una baja, no deja de ser preocupante por la cantidad significativa que representa. Son 20 familias por día que perdieron a un ser querido en rutas y calles de nuestro país.

Esta organización también analiza la situación en otros países del mundo en donde la problemática vial también es un eje fundamental en las políticas del gobierno. Así, difunde que en Suecia durante el 2008 hubo 397 y en 2014 fueron 282 las muertes por hechos viales. O en España en donde en 2008 hubieron 3.100 muertes y en 2014 fueron 1.680 llegando a una disminución de casi la mitad de las muertes.

Por eso, no sólo el control alcanza para resolver esta problemática que mata a una veintena de argentinos por día. Se buscan otras alternativas para abordar la temática en paralelo. Así, la Cámara de Empresas de Control y Administración de Infracciones de Tránsito de la República Argentina (CECAITRA) participa activamente en “Campaña Nacional de Concientización Vial Estrellas Amarillas” en la que participan la Red Nacional de Familiares de Víctimas de Tránsito, la Fundación Laura Cristina Ambrosio Battistel, la Asociación Argentina Familiares y Amigos Víctimas de Tránsito, la Asociación Civil Madres del Dolor entre otras organizaciones.

Esta campaña cuyo objetivo es promover la educación y concientización vial pinta estrellas amarillas en aquellos lugares donde ocurrió un hecho vial que ocasionó una o varias muertes. La intención es lograr en quien maneja una rápida asociación entre el símbolo pintado y los riesgos de sufrir un siniestro. Las 5 puntas de cada estrella representan los siguientes valores de la memoria, la prevención, la ley, la justicia y la educación. Además de ser un acto preventivo, los familiares de las víctimas logran canalizar su dolor en la tarea diaria de concientizar a otros.

Si la inseguridad vial sigue siendo “atacada” por varios frentes, los resultados seguirán siendo favorables. El control y la concientización son imprescindibles para abordar esta problemática y salvar vidas en las calles.