MIRAMAR (Corresponsal).- Ser padre de un niño discapacitado no es una tarea fácil, se necesita un amor y comprensión incansable que muchas veces excede límites. Eso a su vez genera un desgaste familiar evidente, más allá de la impronta y la lucha diaria por intentar solucionar situaciones donde existen gran cantidad de obstáculos que deben sortearse.

Ante esta realidad, desde el área de Discapacidad municipal de General Alvarado, a cargo de Andrea Rojas, se busca brindar a través de distintas jornadas de capacitación una contención, no solamente desde el ámbito profesional sino mediante instituciones originadas por padres que en algún momento se encontraron en una nebulosa interna que les impedía seguir adelante y necesitaron compartir esas experiencias con sus pares.

La organización Mundo Azul, trabaja particularmente en casos de TGD, Asperger y llegó a Miramar para tener su primer vínculo y conocer distintas realidades.

“El objetivo fue contar cómo venimos trabajando en Mar del Plata, a través de las charlas y asesoramiento profesional se van generando experiencias muy enriquecedoras, apuntando a abordar el sostén emocional y calidad de vida de la familia como pilar del tratamiento de los chicos”, expresó ante LA CAPITAL, Elva López, psicóloga del grupo integrador.

“Lo que proponemos es otorgar información y orientación para que sepan que no están solos”, agregó la profesional.

Durante el encuentro, además de darse a conocer distintos casos, no faltaron los momentos emocionantes que llevaron a las risas y también al llanto como necesidad de desahogo.

“Comenzamos hace 5 años con el grupo por la necesidad de conectarnos con gente que les pasaba lo mismo. Nos dieron el diagnóstico y empezamos a buscar en Internet, es así donde ves un montón de personas como cuando también concurríamos a las terapias. La idea fue hacer algo para nuestros hijos y el resto de la comunidad”, destacó ante este diario, Clarisa, una de las mamás que integra Mundo Azul.

“Veíamos que había poca información sobre estos temas y debíamos concientizar en la familia, luego el barrio y hasta la escuela. La contención familiar es fundamental porque estamos acostumbrados que nuestros hijos concurran a los centros especializados para tratarse y debíamos sincerarnos para ver qué pasaba con nuestras emociones, sus logros y desnudar también lo que nos enoja”, amplió.

Diagnóstico

Tener un diagnóstico sobre la enfermedad es primordial, por un lado para saber y ser conscientes de lo que el niño puede dar y también para apuntalar aquellas terapias que puedan mejorarle su calidad de vida.

“Por lo general cuando uno inicia este camino está muy desorientado y te invade la angustia por lo que se puede hacer. Dentro de un largo camino a recorrer cada paso es muy importante, no vale el apuro, hay que respetar los tiempos de los chicos y acompañarlos. No debemos dejar que nos invada el miedo porque eso paraliza”, expresó, Andrea, otra de las integrantes del grupo.

Toda aquella familia que crea necesario un asesoramiento profesional y contención emocional, puede comunicarse a través de Facebook a Asperger Mundo Azul Tea-Mar del Plata, o bien mandando un mail a [email protected].