por Francisco Ávila

Sin Michael Phelps ni Ryan Lochte, Caeleb Dressel lidera la nueva generación de nadadores estadounidenses, como lo demostró en Budapest, con la consecución de siete oros, un hito solo al alcance del gran Phelps.

Dressel y Kalisz Chase fueron la punta de lanza en hombres; Katie Ledecky y Lilly King, cinco oros la primera, cuatro la segunda, en mujeres. El equipo norteamericano fue el gran dominador de las pruebas de natación en línea, con 18 medallas de oro.

Dressel ya está en los libros de la historia de la natación al haberse convertido en el primer nadador capaz de ganar tres oros en una sesión de finales. Nadie nunca antes lo había logrado, ni en un Mundial ni en unos Juegos, tampoco el más grande: Phelps.

En chicas, Ledecky se llevó seis medallas, pero la noticia se centra en la que no ganó, la de los 200 libre, prueba en la que cayó por primera vez profesionalmente. Fue la italiana Federica Pellegrini la que la derrotó.

Otra estadounidense, Lilly King también brilló con cuatro oros y dos récords del mundo en los 50 y 100 pecho.

La sueca Sarah Sjöstrom se llevó tres oros y un récord mundial y la local Katinka Hosszú hizo doblete en las pruebas de estilos.

La pileta del Duna Aréna, una modélica instalación ubicada en la orilla del Danubio, vivió once récords del mundo, dos de ellos a cargo de Adam Peaty en los 50 pecho, el único hombre que rebajó topes mundiales en pruebas individuales en Budapest.

El medallero general lo dominó Estados Unidos con 46 medallas, aunque las especialidades están muy marcadas. En natación, Estados Unidos se llevó 38, en saltos China consiguió 15 de las 39 en juego, en sincronizada Rusia logró siete de los nueve oros, en aguas abiertas dominó Francia y en waterpolo los oros fueron para Croacia (hombres) y Estados Unidos (mujeres).

La presente edición de los Mundiales también se visualizó el cisma existente en el seno de la Federación Internacional de Natación (FINA) a raíz de la reelección del uruguayo Julio Maglione (81 años) como presidente.

Unos cambios en el Bureau Central (órgano de gobierno) que afectan a Europa, que cada vez se quedó con menos peso en el seno de la FINA.

La próxima edición se disputarán en la ciudad surcoreana de Gwangju con lo que los Mundiales regresan a Asia diez años después (Shanghái 2009).

EFE.