La posible reanudación de las obras de defensa costera en las playas del sur de Mar del Plata generaron inquietud en la sede local de la ONG Surfrider porque consideraron que “ese tipo de escollera no ayuda a largo plazo, la erosión no se detiene y se rompe la ola natural. Esos son recursos naturales no renovables“, señaló el director ejecutivo de la asociación, Gustavo Huici.

Si bien reconoció que “a través de los años la intervención y alteración fue cada vez mayor sobre el medio natural” aunque destacó que “como contraposición al proceso de degradación, se fue tomando conciencia de la naturaleza como un patrimonio que es necesario preservar”.

“Estamos -añadió- ante una valoración cultural de la naturaleza, un cambio de mirada. La naturaleza ya no es considerada sólo como un recurso explotable, es un patrimonio valorado desde múltiples puntos de vista: ético, estético, científico, educativo y, en definitiva, cultural“.

Así, ejemplificó con lo sucedido con el caso de “Playa Dorada/Paradise/ Rocio del Mar”, ubicada a unos 20 kilómetros al sur del centro marplatense y que “está amparada por la Ordenanza 7862 que la declaró como `Corredor Turístico al Paseo Costanero Sur, desde Punta Mogotes al Arroyo Las Brusquitas´”.

Historia
En ese marco, también existe la ordenanza 19111 que aprobó el “Plan Integral de Manejo de la Reserva Turística y Forestal Paseo Costanero Sur. Paradise se encuentra enmarcada dentro de la zona de uso público orientada al turismo, donde deben ser impulsada la recreación, el deporte y la educación ambiental y la interpretación de la naturaleza”.

Sin embargo, y a pesar de la normativa existente, “Playa Dorada” o “Paradise” para Surfrider “corre peligro como hace más de 40 años, cuando gobiernos militares y políticas de civiles decidieron que había que sacar tosca de un acantilado de 4,5 millones de años para crear lo que luego se conocería como Complejo Turístico Punta Mogotes”

Arena
“Pasó el tiempo -reseñó Huici- y el entonces presidente Carlos Menem dispuso la creación de una escollera en el balneario del Hotel 1 del Complejo Turístico Chapadmalal. Esa situación, de impacto negativo en la deriva marítima, generó que el balneario IOSE -aledaño al Complejo- se quedara sin arena”.

Entonces, previendo “un efecto rebote en sus playas, el concesionario del balneario Cruz del Sur decidió construir otra escollera que le retuviera arena en su territorio. El abc de la privatización del espacio público”, calificó.

Esas obras de escolleras consecutivas, como la del balneario Cruz del Sur, impidieron que “Paradise recibiera arena, aunque sigue conservando las olas de clase mundial para la práctica del surf que hacen de Mar del Plata un destino deseado por miles de practicantes de los deportes relacionados con las olas, quienes visitan la ciudad durante todo el año”.

Proyecto
Finalmente el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) logró el financiamiento por 30 milllones de pesos para un proyecto de maricultura, que “una vez más traería el `desarrollo y progreso a esa zona de Mar del Plata´”.

La maricultura es la producción de alevines -o semillas- de distintas especies de peces con el fin de comercializarlos por su alto valor agregado en el mercado nacional o internacional.

El proyecto para el “Primer Centro de Investigación y Desarrollo de la Maricultura” se podría desarrollar en el Parque Industrial de Mar del Plata, donde se podría emplazar debido al “ordenamiento territorial y el agua de mar puede ser llevada por camiones hasta esa futura planta industrial”, señaló el director ejecutivo del capìtulo marplatense de Surfrider, Gustavo Huici.

“No existe ninguna razón -aladió- para modificar toda la zona costera conn proyectos industriales y donde se quiere por excepción, una vez más, degradar el perfil costero de nuestra ciudad”.