Silencio y hermetismo en el barrio Bernardino Rivadavia. Es que, si bien Rodrigo Mollo (24) estaba acompañado por entre 5 y 7 amigos el martes a la tarde cuando fue baleado por un adolescente que le habría dicho “Arrodillate y pedime perdón”, ni víctima ni testigos aportaron datos a los investigadores.

El fiscal Leandro Arévalo se enfrenta al problema de investigar un hecho del que nadie quiere hablar. Mollo dijo no saber quién le disparó. En la misma línea declararon sus amigos, los testigos del ataque. Al parecer nadie conoce al agresor, a quien describieron en su momento como “un joven muy frágil de contextura física que podría ser menor de edad”.

Este jueves se presentaron ante el fiscal algunos familiares de la víctima, pero tampoco aportaron información que pudiera ser utilizada para dar con el agresor o al menos identificarlo.

En una esquina del barrio Bernardino Rivadavia un joven de 24 años recibió tres balazos mientras estaba con su grupo de amigos. El atacante se dirigió directamente a él, pero nadie dice nada al respecto.

El hecho ocurrió el martes pasadas las 17.20 en Francia entre Gascón y Falucho donde varios jóvenes mantenían una charla frente a una vivienda característica del barrio, donde existe una gran leyenda en apoyo del club Alvarado.

Allí estaba el grupo de entre 5 y 7 jóvenes cuando se aproximó otro al que los testigos definieron como “menor de edad”, quien se dirigió particularmente a Mollo y le dijo: “Vos me faltaste el respeto, ahora arrodillate y pedime perdón”.

El recién llegado extrajó un arma de fuego y disparó en varias oportunidades, hiriendo en tres oportunidades a la víctima. Acto seguido, el atacante se dio a la fuga por Falucho en dirección a San Juan.

Mollo fue llevado en un auto particular al Hospital Interzonal, donde los médicos advirtieron tres impactos de bala, dos en la pierna izquierda y otro en el abdomen.