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Deportes 17 de julio de 2017

River cumple años y va para adelante

Aniversario 91 para el club de Juan B. Justo y Bronzini.

A 91 años de aquel 18 de julio de 1926 que alumbró su nacimiento, River de esta ciudad se prepara para festejar un nuevo cumpleaños, mientras crece y sus responsables no paran de imaginar nuevos proyectos.

El presidente Alejandro Yapuncic, el vice Walter Vila, el tesorero Alfonso Márquez y Cristian D’Elia, el delegado del fútbol en la Liga Marplatense, le contaron a LA CAPITAL la actualidad del club de Juan B. Justo y Bronzini y algunas ideas qué andan dando vueltas.

“El momento del club es bueno -dijo D’Elìa, quien se reconoce “tripero” desde 1974, año del campeonato de Primera B, cuando todavía los títulos se festejaban con largas caravanas que pasaban por las puertas de los clubes-, estamos en una etapa de recambio generacional. Se ha sumado gente nueva. Muchos que eran dirigentes cuando éramos pibes hoy son socios vitalicios o no están. Ya no nos acompañan en el día a día. Pero felizmente se produjo un recambio que a otros todavía les está costando”.

“Es que es muy difìcil en estos tiempos encontrar gente que quiera ser dirigente de un club. Hoy se vive distinto y hay cierto desinterés”, afirma Vila.

Alejandro Yapuncic trabó relación con River hace 29 años, cuando se acercó por primera vez a impartir clases de taekwondo. Hoy encabeza un equipo de trabajo eficaz.

“Tenemos un grupo de trabajo maduro, con las áreas bien divididas. Todos tenemos nuestros cargos, pero en las reuniones opinamos sin jerarquías. Lo que hay que tener es compromiso de trabajo en las áreas específicas. Este es un trabajo en equipo, no hay decisiones personales”, afirmó.

“Nos llevamos bien -interviene Márquez-, tenemos discusiones como cualquier familia. Pero sabemos hacia adónde vamos”. “Siempre la idea fue darle vida al club y mostrarlo. Y eso estamos haciendo”, manifestó Yapuncic.

En los últimos años River hizo varios cambios edilicios en su sede social: gimnasios nuevos, sector para “dormis”, reubicación de la confitería, canchas de césped sintético. Obligado, de alguna manera, por el crecimiento de su fùtbol infanto-juvenil, un proyecto liderado por los hermanos D’Elía y potenciado desde el ingreso de la actual Comisión.

Tanto creció en ese apartado que tuvo que realizar un convenio con el Colegio Don Bosco para utilizar su predio deportivo como lugar de entrenamientos y encuentros para varias categorías.

“Lo llamé a Alejandro el otro día para comentarle lo bien que me sentía por ver así al club. Llevé a mi nene a las cuatro de la tarde y me quedé cuatro horas. Me crucé con entrenadores, utileros, vi el club con muchos chicos, los de artes marciales, partidos en los dos sintéticos, actividad hasta tarde…Una sensación muy agradable”, graficó Vila.

Visitar River después de la hora de salida de los colegios es encontrarse con un club lleno de chicos, desbordante de vitalidad. La institución es hockey, patín artístico, taekwondo y, sobre todo, fútbol. Abrazó al fútsal desde el vamos -fue el primer campeón de la Liga- e incorporó el fútbol femenino. Para que nadie quiere afuera.

“Hemos echo muchas obras. Sin capacidad administrativa y decisiones adultas no hubierámos podido hacer tanto. Y siempre hay un proyecto nuevo. Ahora tenemos que redefinir el espacio del tenis, que hoy no se utiliza”, adelantó Yapuncic.

“Es que el factor climático juega en contra y muchos clubes de tenis están en problemas, sólo sobrevivieron los tradicionales. Había que hacer una gran reinversión y poner en riesgo las finanzas del club. Hay que ir aggiornándose”, explicó D’Elía.

“Pensamos en más canchas de césped sintético. Al menos, una. Y después estamos viendo si dejamos dos canchas de tenis o creamos un espacio para el hockey o construímos un playón”, remató Yapuncic.

Este martes será un día especial para River. Pero el festejo tendrá tintes íntimos. Una comida para dirigentes y socios vitalicios. Como el club acostumbra, la gran fiesta será en noviembre.

“Es costumbre ese festejo fuera de término. Evitamos la fecha por el frío y las vacaciones de invierno. Siempre estamos con la idea de cambiar el formato de fiesta tradicional con una cena. Queremos algo integrando todos los deportes, una fiesta que abarque todo el día o, al menos, toda una tarde. Con los chicos que vienen a hacer deporte al club, con la familia completa y reconocimientos a los deportistas destacados en cada disciplina. Ese es el formato que queremos imponer”, finalizó el presidente.

El gran festejo, entonces, será dentro de algunos meses. Mientras River seguirá avanzando. Porque el paso del tiempo, en lugar de quitarle, le agrega vitalidad.



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