MIRAMAR (Corresponsal).- El centro de Miramar volvió a transformarse hoy en una verdadera celebración con la 7ma edición de la Pascua Gigante, donde finalmente cerca de las 15, el intendente Germán Di Cesare accionando un péndulo logró romper en el tercer intento “el enorme conejo de chocolate más grande del mundo” que tuvo 5,5 metros de altura y pesó 2750 kilos.
Desde el mediodía la gente comenzó a colmar el sector de plazas y aprovechando la agradable temperatura muchos llevaron el mate y las reposeras para pasar la tarde e ir en busca del ansiado trozo de chocolate, cuyo reparto duró varias horas.
La enorme fila de gente, compuesta en su mayoría por grupos familiares residentes y turistas se extendió por varias cuadras a la redonda, demostrando una vez más que esta fiesta ya es un verdadero clásico en la ciudad.

Previo a la ruptura hubo tiempo para las fotografías y reconocimientos especiales al maestro pastelero, Walter Aragonés, quien encabezó este novedoso proyecto como anteriormente varias ediciones del huevo gigante. También se llevaron su diploma todos los colaboradores que trabajaron a destajo los últimos días para llegar con toda la estructura lista al domingo.
Cabe señalar, que durante toda la semana se desarrollaron en la propia carpa y el exterior distintos espectáculos culturales y muestras gastronómicas artesanales que captaron la atención de mucha gente. Asimismo, integrantes del Grupo Celíacos Miramar elaboraron y entregaron gratuitamente pequeños chupetines de chocolate en forma de conejo para que quienes portan esta patología también puedan integrarse a los festejos.
“Buscábamos algo distinto, causar un efecto de renovación y captar turistas nuevos, la pascua gigante fue siempre un éxito que se superó cada año y eso se refleja en la repercusión que tiene el evento”, declaró a LA CAPITAL, la secretaria de Turismo, Cultura y Deportes, María Eugenia Bove.