Un adolescente de 16 años que recibió un disparo en la cabeza el jueves a la noche se encuentra internado en el shock room del Hospital Interzonal y el pronóstico de su salud es reservado.

El jueves, pasadas las 23, una mujer ingresó al Hospital Interzonal cargando a su hijo adolescente herido, quien tenía la cabeza cubierta de sangre. La madre de la víctima explicó al personal médico y policial que su hijo había sufrido un accidente de tránsito en Remolcador Guaraní y Strobel y pedía que recibiera urgente atención.

Debido a la gravedad de la situación, el adolescente fue internado inmediatamente en terapia intensiva. A las pocas horas, luego de realizarle una tomografía en la cabeza, los médicos notaron que la herida que presentaba el menor era producto de una bala, de haber sido víctima de un disparo, y no de un accidente de tránsito como había denunciado por su madre.

El personal médico del Hospital Interzonal le notificó a efectivos de la policía de la situación, quienes le informaron al fiscal de turno, Juan Pablo Lódola, del ingreso al hospital de un adolescente con herida de arma de fuego.

Lódola inició una causa al respecto y dio intervención a la Dirección Departamental de Investigaciones y a la comisaría séptima, ya que en esa jurisdicción fue el supuesto accidente denunciado por la madre de la víctima.

En las próximas horas, los investigadores se entrevistarán con la familia de la víctima para buscar explicaciones de lo sucedido y de por qué en un principio intentaron “disfrazar” la herida de bala con un accidente de tránsito.

El adolescente, de 16 años, está internado en el shock room del Hospital Interzonal con una herida de bala en su cabeza. Su condición es muy delicada y su pronóstico reservado.