El primer precandidato a diputado nacional por “1País”, Felipe Solá, aseguró que “el gobierno no tiene presente y por eso asusta con el pasado” y cuestionó las políticas económicas a las que calificó “peor que las del noventa”.

Mano a mano con LA CAPITAL, el ex gobernador bonaerense también analizó el escenario electoral a una semana de comenzada la campaña. “El panorama está dividido en tres tercios. La Argentina está en una evidente crisis no superada por el gobierno. Vivimos en un estancamiento económico muy preocupante que ya lleva entre siete y ocho años”, dijo.

– ¿Cómo es este escenario de tres tercios?

– La campaña de tres tercios indica que hay gente muy enojada con el gobierno y por eso ha revivido el kirchnerismo; también hay un núcleo que va a votar por el gobierno pase lo que pase; y hay una tercera opción que encarnamos nosotros y que quiere superar lo binario. Queremos superar la famosa polarización.

– ¿Se puede superar la grieta en el hombre común?

– El hombre común se para por encima de la polarización porque ni siquiera sabe qué es. El hombre común tiene que pensar en llegar a fin de mes y a veces en pensar en llegar al final del día.

– Si la polarización no existe, ¿por qué los analistas coinciden en que el kirchnerismo y el macrismo se necesitan mutuamente?

– La polarización es un tema de los medios y de los círculos concéntricos del poder y de la política. Podemos decir que en la provincia de Buenos Aires más de la mitad de las personas no adhiere de manera automática a lo binario en política. No son macristas o kirchneristas, están ahí y pueden votar por cualquiera.

– La situación económica sigue siendo delicada. Suele decirse que la gente vota con el bolsillo. ¿En qué temas se concentrará la campaña?

– Los temas serán economía y seguridad. En el primero, el gobierno cree en el libre mercado y en la no intervención, razón por la cual los alimentos y las bebidas han crecido bastante por encima de la inflación. Y en eso es en lo que más gasta su sueldo la gente humilde, los jubilados y los que la están pasando muy mal porque la plata no les alcanza. Hoy el costo de la canasta familiar es de 14 mil pesos y eso es alto.

– ¿Cómo va a solucionarlo “1País”?

– Nosotros pedimos soluciones urgentes. Una de esas soluciones es que bajen los precios de todos los productos que tienen más venta y que van hacia los que menos tienen. A esos productos hay que bajarles el IVA y por eso insistiremos con “Bajemos los Precios”. Vamos a luchar por ese proyecto durante la campaña.

– ¿Y en seguridad?

– En seguridad hay que empoderar a la gente y que se dé cuenta de que se puede defender en aquellos lugares donde no hay ninguna presencia del Estado y están indefensos.

– Describe un rumbo económico similar al de los noventa. ¿Ve similitudes?

– No, creo que es peor. En los noventa hubo algunos años buenos como del ’91 al ’95, donde hubo estabilidad y algunos índices mejoraron.

– ¿Por qué dice que es peor?

– Esto es Martínez de Hoz (José Alfredo, ministro de Económica de la dictadura militar); esto es la bicicleta financiera; esto es no respetar a la Argentina productiva que es la que genera más empleo. El plan económico no le da importancia al mercado interno y al consumo.

– ¿Se va a poder controlar la inflación?

– Se obsesionan con la baja de la inflación a cualquier costo, pero sin conseguir resultados plausibles. Bajar del 27% que dejó el gobierno de Cristina de Kirchner al 24% con un costo social tan grande no es algo para mostrar. El gobierno no tiene presente y entonces tiene que asustarnos con el pasado e invitarnos a un futuro. En la realidad de las personas lo único que vale es el presente porque el futuro es una abstracción.

– El jefe de Gabinete Marcos Peña dijo que después de octubre no se va a ajustar. ¿Es posible que eso ocurra con el elevado déficit fiscal que tiene el país?

– Eso lo podrían hacer si confiaran en un elemento que no confían que es ponerle un poco más de plata a la gente en el bolsillo para que aumente el consumo y se genere una suba de la inversión que provocaría un crecimiento de la economía del país. Si apuestan al crecimiento por la vía del recorte sólo van a ganar el sufrimiento y la bronca de mucha gente que depende del Estado. No es por la vía del ajuste que se soluciona esto. Pero si ellos deciden no tocar el 8% del PBI de déficit fiscal entonces tendrán que decirnos cómo vamos a crecer porque hasta ahora el sistema falla.

– Desde el kirchnerismo dicen que justamente para combatir estas políticas deben volver a votarlos. ¿Cómo ve a Cristina candidata en este marco de Unidad Ciudadana?

– Con Néstor Kirchner se creció mucho pero con Cristina, sacando dos o tres años, se decreció muy fuerte. Es decir, la Argentina se estancó. Eso se solucionó aumentando el gasto público del Estado y fogoneando el consumo. Pero no hubo inversión. Ellos no han hecho ninguna autocrítica por haber dejado una Argentina con el 29% de pobres, 27% de inflación y una muy baja inversión que era de un 15% por abajo del Producto Bruto. Yo entonces me pregunto: ¿el hecho de que Macri sea peor los habilita a ellos a ser mejores?

– Massa dijo que va a frenar a Cristina de nuevo. Usted suele criticar al kirchnerismo pero de una manera moderada. ¿Le incomoda cuando la campaña se concentra en cuestionar a la ex presidenta?

– Hay que dejarle claro a la gente que no es yendo para atrás como se va a crecer en la Argentina. La Argentina necesita de un nuevo pacto social para que, primero, a la gente le alcance la plata y después que la economía crezca para que aparezcan los empleos. Eso se consigue desde la política. Cristina invita a una política muy dura y a un enfrentamiento muy fuerte con el gobierno. Para cambiar al gobierno primero hay que ganarle y tener para después el equipo necesario para sostener y dialogar con un gobierno que va a durar dos años más porque estas elecciones son de medio término. Así se va a lograr que modifiquen la política económica.

– ¿Cree que después de octubre se producirá ese pacto político de gobernabilidad?

– Sí. Hay que pensar en un acuerdo que comprenda lo político, pero también lo social, lo empresarial y lo sindical. Hay varias patas. Una es de los trabajadores para que se los respete y no se los lleve por delante como intenta hacer el gobierno. Otra pata son las organizaciones sociales con las que hay que conversar y cumplirles en la medida de lo posible porque si no ocurren cosas como la represión del otro día que a nadie le viene bien. Otra pata son los empresarios nacionales de las pymes que dan el 72% del empleo en el país, producen para el mercado interno y en algunos casos para importar. Otra pata está en que hay que coincidir en abandonar la mirada financiera de la economía porque hoy en la Argentina al que tiene plata los bancos lo invitan a que no labure porque puede entrar en la bicicleta financiera y hacer diferencias importantes en dólares. En cambio, al que quiere invertir le caen la AFIP y ARBA en la provincia de Buenos Aires sin piedad.

– Dice que al gobierno hay que ganarle. ¿Cómo se le gana con un peronismo dividido y enfrentado?

– El peronismo está dividido desde hace mucho tiempo. Cristina sólo ganó las elecciones del 2011 pero perdió en el 2013 y en el 2015 así como había perdido en el 2009. Entonces no estamos frente a un peronismo ganador sino a un peronismo dividido. Ese peronismo dividido vota por Cristina o por otra alternativa. Sergio Massa ha sido una alternativa en mayor medida en el 2013 y en menor medida en el 2015. También ha habido peronistas que indudablemente han votado a Macri en el balotaje.

– ¿Imagina que puede haber en el 2019 un acercamiento en el peronismo?

– La verdad no tengo idea. Una cosa son los deseos de uno y otra los datos de la realidad. Creo que hoy hay por lo menos dos peronismos. No sé qué va a pasar.

– ¿Se debe renovar el peronismo?

– El peronismo no tiene destino si en lugar de mirarse el ombligo y de discutir candidaturas, no empieza a mirar al hombre común y pensar en cómo le da seguridad, trabajo y la posibilidad de llegar a fin de mes. El peronismo si discute si fue mejor Cristina que Macri no tiene destino. La gente es mucho más práctica y va a votar al que la defienda.

“Se viene la mano dura, pero con eso no se soluciona nada”

Solá analizó la inseguridad en la Argentina y afirmó que “la gente está desesperada”.

“El gobierno no tiene solución para la inseguridad y no hay presencia del Estado más allá de los centros poblados del conurbano”, afirmó.

– ¿Cree que la gente está desprotegida?

– Donde hay actividad urbana y comercial se puede ver algo de gendarmería. pero en los barrios no están. A los vecinos hay que darles un elemento de autodefensa. Nosotros probamos en Tigre y en San Fernando la unidad de los vecinos alrededor de la solidaridad y de los programas tecnológicos que hoy permiten que desde un celular se esté conectado con la policía para que si a cualquiera de ellos le pasa algo suene una alarma en el barrio y en la comisaría. De esa manera todos saben si algún vecino tiene un problema. Eso se llama “Alerta Buenos Aires”.

– ¿Qué le falta a la política de seguridad provincial?

– Al gobierno provincial, más allá de las intenciones, le falta un plan de largo plazo. De esa manera van a poder convocar a la oposición para discutir el plan. Quizás lo hagan después de las elecciones. Si es así vamos a ir. Si uno tiene un plan lo puede corregir, el problema es cuando uno termina el día y no sabe dónde poner lo que pasó porque no tiene un plan.

– ¿Se viene la mano dura?

– Lamentablemente intuyo que sí. Pero el problema central es que el gobierno con la mano dura no va a solucionar nada de lo que sea el crecimiento. Podrá poner más orden en la calle con un costo social importante. Yo no estoy en contra del orden de ninguna manera pero me parece que si no tiene una política de crecimiento se va a agotar en eso.

– Ya gobernó la provincia de Buenos Aires. ¿Qué políticas piensan implementar para mejorar la inseguridad?

– Mi política de seguridad fue muy eficiente porque bajó el delito. Trabajamos mucho con las personas. Esto de Alerta Buenos Aires es revivir a favor del cambio tecnológico los foros de seguridad que se incluyeron en la ley del 2004. Llegaron a ser muchísimos en la provincia y a trabajar muchísimo, pero ahora esa ley no se cumple. El vecino no reacciona si el Estado no los banca y los cuida.