Carlos Mattos, delegado de la Asociación Amigos de la Biblioteca Parlante, una asociación civil sin fines de lucro cuyo principal función es cooperar con la Biblioteca Parlante para Ciegos y Disminuidos Visuales de la ciudad, advirtió sobre los inconvenientes que traerá el traslado de los feriantes de Plaza Rocha a la Peralta Ramos, donde funciona la unidad de información.

“El problema no son los feriantes, el problema es la decisión que se toma. Nunca deberían haber propuesto ocupar ese espacio, hay que resolver el problema de las ferias y la fuente de trabajo de los feriantes, pero sin generar otras dificultades”, señaló.

Según comunicó la Municipalidad hace unos días, se consensuó un proyecto de ordenanza, que deberá ser aprobado por el Concejo, en el que se estipula que la actividad de los feriantes de plaza Rocha será llevada a cabo en las calles internas de la plaza Peralta Ramos.

“Hay un Consejo Municipal de Discapacidad constituido en General Pueyrredon en donde estamos todas las organizaciones no gubernamentales involucradas en la temática. Cuando se plantea la cuestión del traslado, no se nos consultó ni a nosotros como parte de la biblioteca, ni al Consejo”, indicó, sosteniendo que “se tomó una decisión sin tener en cuenta el impacto ambiental y social, y el sentido integral de esa plaza”.

“Esto impedirá nuestro tránsito a la biblioteca, producirá barreras móviles, alterará el espacio conocido”, detalló.

La biblioteca parlante, primera unidad de información de América Latina para personas con discapacidad visual, organizada de acuerdo con las normas internacionales de catalogación, clasificación, sistema de préstamos, servicio de referencia y su modelo de atención al usuario, fue construida, en 1983, en el medio de la plaza por propósitos netamente acústicos.

“Es un lugar donde se trabaja con audiolibros y grabaciones, por lo que, por una cuestión acústica, el estar alejados de la calle es una ventaja”, señaló, dando cuenta del cambio que el traslado significará en la dinámica del espacio.
Señaló, a su vez, que la iniciativa también se contrapone con otros proyectos ya establecidos para llevar adelante en el lugar.

“Desde que se instaló la biblioteca, se pensó en trabajar en temas de accesibilidad en la plaza. De hecho, se establecieron guías metálicas en las diagonales para que la gente ciega llegue a la biblioteca sin inconvenientes”, señaló Mattos a modo de ejemplo .

“También se está haciendo una huerta orgánica para que no sólo la gente con discapacidad visual, sino toda la gente del barrio interactúe en un plano de inclusión e integración en el marco del aprendizaje”, indicó al tiempo que describió otros proyectos como la creación de un jardín botánico con plantas aromáticas y la puesta en marcha de ‘paseo de la integración’.

En relación a las reacciones que surgieron tras tomar conocimiento del proyecto que llegará al Concejo Deliberante, Mattos señaló que, tras comunicarse con la presidente del Consejo Municipal de Discapacidad, Silvina López, recibió “la solidaridad de la mesa directiva”.

“También es justo agradecer a los concejales de Acción Marplatense, Marcelo Fernández, y del radicalismo, Mario Rodríguez, quienes tomaron contacto con nosotros para destrabar esta situación, entendiendo que de llevarse adelante este acuerdo, se va a producir un perjuicio enorme para todo el mundo”, señaló.