BALCARCE (Corresponsal).- Se inauguró en el Museo del Automovilismo Juan Manuel Fangio el espacio “Froilán”. En la parte baja del edificio de calles 17 y 18, un amplio espacio resalta el color rojo, como las Ferrari´s que tripuló Froilán González.

Se trata del sector que le destinó la Fundación Fangio al eximio piloto argentino que se destacó en la Fórmula 1 y que fue, por un lado, rival del quíntuple en la pista y, por el otro, un amigo de la vida.

El lugar que fuera el denominado “El Chuequito” pasó a ocupar un lugar en la bandeja superior servirá para exhibir alrededor de 500 objetos, entre trofeos, fotos y otros recuerdos del recordado piloto.

La Fundación que preside el arquitecto Antonio Mandiola decidió, a partir del respaldo que le dio la familia del recordado “Pepe” y la Fundación Pérez Companc, dedicar un espacio en la planta baja a quien fuera el primer piloto en ganar un Gran Premio de Fórmula Uno con Ferrari como también triunfar en las 24 Horas de Le Mans.

Numerosas decenas de trofeos y otros recuerdos pertenecientes al piloto, junto con la unidad que manejara en la categoría Fuerza Libre en la década del 40, son exhibidos desde ahora en el templo del automovilismo.

Mandiola agradeció la confianza depositada por los familiares de “Pepe” y la Fundación Pérez Companc que cuidaba sus bienes deportivos, los cuales ahora están en custodia del Museo.

Laura, la hija del homenajeado, participó del acontecimiento, junto a otros familiares, amigos e invitados especiales.

En diálogo con LA CAPITAL, Laura González reconoció que le llevó un largo período de tiempo tomar la decisión de desprenderse de todas las distinciones obtenidas por su padre a lo largo de una sobresaliente carrera deportiva.

Con mucha emoción, Laura reconoció que “este es el mejor lugar para conservar y exhibir las cosas que mi padre obtuvo en su carrera deportiva. Me siento muy en paz y contenta con la decisión que tomé porque seguramente mi padre hubiera hecho lo mismo”.

También recordó que “El Chueco” y “Pepe” fueron amigos en una relación especial porque tenían un carácter muy contrapuesto que, según ella, los llevó a que pudieran cumplimentarse.

“En el fondo ellos se complementaban y eso los hizo grandes amigos pese a que uno corría para Ferrari y el otro para Mercedes Benz. Eran rivales en la pista pero fuera de ella los unía un afecto mutuo”, reflexionó.