RIO DE JANEIRO.- Los tres rugbiers argentinos que estaban en libertad condicional en Río de Janeiro luego de haber sido imputados en una causa por golpear a un policía brasileño en un bar de esa ciudad, volvieron a ser detenidos por decisión de una jueza y llevados a una cárcel común en la que ya están apresados otros cuatro compañeros suyos.
Se trata de Ignacio Iturraspe, Matías Agustín Tapia Gómez y Fermín Francisco Ibarra, quienes se hallaban en libertad condicional desde hace 12 días, pero no podían regresar al país por una decisión de la Justicia de Brasil.
Según Pablo Di Nisio, el entrenador del equipo de Los Cedros, los tres rugbiers fueron llevados al Complejo Penitenciario de Gericinó, en Bangú, donde siguen alojados desde hace 14 días los otros cuatro integrantes del plantel, llamados Adrián Augusto Donato, Patricio Velázquez, Hernán Gabriel González, y Tomás Fernández.
Los siete están imputados por la presunta participación en una pelea en el bar Palaphita Kitch, en Río de Janeiro, el viernes 11 de marzo, cuando terminó herido con una fractura de mandíbula el comisario Gustavo Rodrigues, de la Policía Civil local.
La acusación que pesa sobre ellos es la de “lesiones graves y desacato”, un delito que para la Justicia de Brasil no es excarcelable.
Di Nisio relató que los tres rugbiers que volvieron a ser detenidos habían logrado que un juez de Río de Janeiro hiciera lugar a un pedido de hábeas corpus que había presentado el abogado que los representa, para poder regresar al país.
“Una vez que obtuvieron la autorización judicial, inmediatamente fueron al aeropuerto y compraron un pasaje para volver a Argentina y subieron al avión, pero cuando estaban esperando para despegar subieron al avión los policías y volvieron a detenerlos. Hubo un pedido de detención de otra jueza que consideró que se trataba de un intento de fuga”, dijo Di Nisio.
Según el entrenador del equipo, que oficia de vocero de las familias de los involucrados, “una vez detenidos fueron llevados a una cárcel que está en el aeropuerto y esta mañana los trasladaron a la misma cárcel donde están los otros cuatro. La situación es mucho peor que lo que era antes”.
“En Brasil, el delito de intento de fuga es un delito grave que se pena de doce años de prisión. Es desesperante lo que está pasando”, agregó Di Nisio, quien aclaró que el abogado que representa a los tres rugbiers presentó otro hábeas corpus para que los liberen, pero que la Justicia brasileña aún no se expidió.
“Los familiares están desesperados por esta situación. Tienen una gran impotencia y mucha incertidumbre. Es gente que no está acostumbrada a pasar por este tipo de situaciones, acá no hay delincuentes, ninguno cometió ningún delito jamás”, afirmó.
El hecho por el cual los argentinos están detenidos ocurrió el viernes 11 de marzo en el bar Palaphita Kitch del barrio Gavea de Río de Janeiro, cuando parte del plantel superior del equipo de rugby de Los Cedros, que se hallaba participando de distintos partidos amistosos, salió a pasear.
De acuerdo al relato que realizaron los rugbiers, algunos brasileños los increparon en el bar por ser argentinos y ellos reaccionaron, por lo que se originó una pelea.
“Por lo que nosotros sabemos, acá hay una situación que no pudo ser esclarecida, pero la realidad es que no pasó lo que la Justicia dice. Cuatro de los siete involucrados estaba afuera del bar en el momento de la pelea. Un quinto estaba en otro sector y los dos restantes participaron de una pelea con dos jóvenes que no son el policía que dice que fue herido. Fue una pelea mano a mano con otros dos”, dijo Di Nisio.
El entrenador agregó que “está acreditado que el que participó de la pelea con el policía es otro de los integrantes del plantel y que ya está en Buenos Aires y ofreció su testimonio para que sea incorporado en la causa”.