por Pablo Falcone
Twitter: @pmfalcone

La madrugada del domingo pasado la ciudad se estremeció. Federico Sasso (19) manejaba alcoholizado por la zona de Cabo Corrientes cuando en una curva perdió el control de su Renault Clío y terminó chocando a un grupo de amigos que estaba sentado en los paredones de la costa. Mató a Lucía Bernaola (14) e hirió a ocho chicos.

Fue el último caso de un drama que cuesta vidas: durante este año, ya hubo en la ciudad 37 muertes por siniestros viales, lo que equivale a una víctima fatal cada cuatro días.

La estadística le fue revelada a LA CAPITAL por fuentes judiciales que siguen de cerca la evolución de los accidentes de tránsito en Mar del Plata.

El número de heridos también sigue siendo preocupante. Los ingresos a la guardia del Hospital Interzonal de Agudos demuestran que durante este año en promedio hubo 10 casos por día, un número apenas superior a los 9,20 del año pasado o a los 9,23 del 2015.

El intendente Carlos Arroyo asumió el 10 de diciembre de 2015 con la fama de haber podido domar en su paso por la función pública el caótico tránsito de la ciudad en la década del noventa. En la actualidad, un año y medio después de haber llegado a la intendencia, las cifras de heridos son iguales o peores que el último tramo de la gestión de Gustavo Pulti.

“El gobierno no trabaja en prevención. En realidad, hay una desgestión. Una cosa es el tránsito y otra la siniestralidad vial. El tránsito es evitar la doble fila, hacer operativos, etc. Arroyo puede entender algo de eso, pero no de disminuir la siniestralidad vial”, cuestiona Ricardo Vega, presidente Asociación de Víctimas de Accidentes de Tránsito (Apravat), licenciado en criminalística y perito en accidentología vial. Y agrega: “Ningún funcionario sabe qué es la seguridad vial porque no estudiaron ni se prepararon para eso. Nosotros ofrecimos de manera gratuita aportar nuestra experiencia, nos reunimos y después nunca más nos llamaron”.

La asociación civil Valoricemos la Vida advirtió la semana pasada que las muertes por accidentes de tránsito no disminuyeron en la Argentina de forma significativa en el primer decenio y reclamó “controles eficaces” y sanciones efectivas (ver aparte) para lograrlo.

Un informe de Canal 10 reveló que durante el primer año de gestión del intendente se realizaron 24.753 controles de alcoholemia menos que en el 2015 (53.831 contra 29.078). “Los controles son cada vez menos efectivos por dos motivos. El primero es porque siempre se hacen en los mismos lugares y la gente sabe que tiene que doblar antes para que no la paren. Entonces, nadie deja de tomar por miedo a un control. El segundo es porque quieren disfrazar un control de operativos de concientización”, explica Vega. Y, enseguida, pone un ejemplo: “Desde España y Finlandia otras ONG me dicen que en la única ciudad del mundo donde ocurre esto es Mar del Plata. Concientizar es hacer charlas en las escuelas, campañas o publicidad, pero un control”.

El fenómeno elevado de muertes no se produce solo en la ciudad. La cantidad de víctimas fatales permanece estable en el país, mientras que en el resto del mundo baja, lo que según los especialistas se produce por la “falta de decisión política para tomar medidas”.

“En los lugares donde se hacen las cosas bien hay por lo menos tres cuestiones a tener en cuenta: educación, concientización y control con la pertinente sanción como por ejemplo la alcoholemia. En Mar del Plata se trabaja casi solamente en lo que es el control y la sanción porque tiene un efecto inmediato en repercusión mediática y recaudación de dinero”, explica Vega. Y analiza: “Eso no está mal, pero con los recursos que se generan se tiene que trabajar en la educación y la concientización porque si no tenés una mesa de tres patas en la que una es muy larga y las otras dos inexistentes”.

Los números

A las 37 muertes que se llevan contabilizadas en la Justicia por accidente de tránsito hasta los primeros días de este mes, hay que sumarle los 10 heridos que ingresan en promedio al Hospital Interzonal de Agudos. Según las estadísticas de este año a las que accedió LA CAPITAL (están realizadas hasta el 8 de abril) en enero pasaron por la guardia 344 pacientes, en febrero 260, en marzo 309 y en esos días de abril, 83.

Las cifras demuestran ser apenas superiores al 2015 y 2016: durante el año pasado hubo 3361 ingresos a la guardia del hospital (9,20 de promedio por día), mientras que en el 2015 lo hicieron 3372 ( 9,23 de promedio por día).

A estos números hay que sumarle “las cifras negras”. Es decir, los accidentes que no se tienen en cuenta en las estadísticas porque no hubo muertos ni heridos. Según pudo confirmar este medio de fuentes oficiales, en lo que va del año, las cámaras de seguridad del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) ya llevan registrados 1.000 siniestros viales.

Para Vega, la manera de mejorar estas cifras es conformar una mesa de trabajo en la que todas las partes vinculadas al tránsito se sienten a debatir la problemática. Desde los taxistas y los colectiveros hasta los especialistas que estudian el fenómeno. La intención es diseñar un plan con políticas a corto, mediano y largo plazo “Está faltando voluntad política para hacerlo y así siempre va a seguir pasando lo mismo. Este es un tema muy delicado donde los errores se pagan con sangre”, explica.