El acuerdo entre el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) y el gobierno local por la recomposición salarial de este año se sigue haciendo esperar. Pese a que el intendente Carlos Arroyo recibió este martes en dos ocasiones al secretario general del gremio, Antonio Gilardi, no hubo consenso sobre el esquema del incremento para el personal de la comuna.

Al cabo de una jornada en la que los delegados aguardaron durante horas en el hall de la municipalidad una resolución del conflicto, el sindicato reveló que mañana Arroyo viajará a La Plata para analizar con autoridades provinciales la viabilidad de sus pedidos.

El gobierno de María Eugenia Vidal es un actor central en el tema desde que, el año pasado, transmitió su disgusto con el incremento que cerró el intendente, que por el carácter acumulativo de sus tramos llegó al 38,6%. Entonces, hasta el propio Arroyo se arrepintió en público del acuerdo, por lo que esta vez no quiere repetir la incómoda experiencia.

La de hoy fue una jornada intensa. A la mañana, el intendente recibió a Gilardi en un marco de preocupación tras el rechazo que el viernes había formulado el STM a la propuesta oficial de 14% de aumento hasta agosto con cláusula gatillo. La reunión fue breve y no arrojó resultados. “Pedimos que el municipio mejorara la oferta. Nos vamos a quedar en la municipalidad hasta que nos den una respuesta”, dijo el gremialista.

Así, lo que siguió fue una larga espera de las autoridades del STM con delegados de diversas dependencias en el hall del municipio. “Hemos sido más que flexibles. Ellos tienen que ser flexibles y razonables”, agregó Gilardi.

El segundo encuentro se desarrolló en las primeras horas de la tarde. Si bien fue más extenso que el primero, el resultado fue el mismo. “Propusimos diversas alternativas, pero a todas nos dijeron que no”, señaló el secretario de Prensa del gremio, Luis María Muñoz. “Una de esas alternativas fue cerrar el aumento semestralmente”, puntualizó.

La próxima cita fue pactada para el jueves, día que el gremio considera decisivo para cerrar el acuerdo. “Debería ser la última reunión. Si fracasa, no descartamos volver a hacer uso del derecho a tomar medidas de fuerza”, aseguró Muñoz.