por David Morales Urbaneja

LA HAYA, Holanda.- El festival “Tango Brutal” concluye con un concierto al aire libre en la ciudad holandesa de Heerlen, un evento que rindió homenaje al compositor argentino Astor Piazzolla y convocando, por quinto año consecutivo, a centenares de personas en filmotecas, teatros e incluso en una antigua iglesia.

“Es una música de calidad que toca el corazón, pero que también pone a la gente de buen humor. Muchos dicen que tiene un punto erótico. Es posible porque se baila muy pegado”, explica a EFE Marcel van der Heyden, organizador del festival, que este año recuerda con emotividad a Piazzolla.

El vínculo entre Heerlen y el maestro argentino se remonta a principios de los 90 debido a que, en su última gira por Europa, celebrada un año antes de su muerte, Piazzolla hizo una parada en esta ciudad del sur de Holanda.

El grupo Locos Lindos, originario de Rotterdam, abrió el festival el pasado martes con un concierto en el mismo teatro donde Piazzolla deleitó hace más de 25 años al público holandés.

Las 150 personas que acudieron tuvieron la oportunidad de rememorar aquel espectáculo debido a que el quinteto, al igual que hizo el maestro argentino en su momento, tocó “Las cuatro estaciones porteñas”, una composición que tenía como referencia “Las cuatro estaciones” de Antonio Vivaldi.

“Tango Brutal” también sirvió para editar un libro dedicado a Piazzolla, “el primero escrito en holandés”, apunta Van der Heyden, con el objetivo de ahondar en el contexto cultural en el que se ha desarrollado el tango.

El organizador del certamen dice que “es una pena” que otros festivales de la región se centren sólo en el baile, por lo que este año programó eventos en teatros, cenas con música en vivo y la reproducción de la película “El último tango” en una filmoteca.

Los conciertos celebrados esta semana tuvieron como protagonistas a músicos de todas las nacionalidades, como los del grupo Tango Tinto, compuesto por la argentina Bárbara Varassi y los italianos Virgilio Monti y Vincenzo Albini, o los de Trio Escapade, formado por los holandeses Emma Breedveld y Sebastiaan van Delft y el húngaro Bence Huszar.

La idea del festival es impulsar una escena europea del tango que sirva para recuperar la existente “entre los años 30 y 50 en esta región”, asegura Van der Heyden, que recuerda que por aquella época la llegada de trabajadores extranjeros a las minas de carbón de Limburgo, región al sur de Holanda, trajo consigo la popularización de este arte.

Uno de los puntos álgidos del festival se vivió este viernes, cuando más de 300 personas se acercaron a “De Auw Kerk”, una antigua iglesia en las afueras de Maastricht, para participar en una milonga que tuvo como maestro de ceremonias a un DJ que pasó tango hasta bien entrada la noche.

“En esta región la gente ya no va tanto a la iglesia y algunas de ellas se han quedado vacías, así que se han reconvertido en librerías, bibliotecas o salas de conciertos. Para nosotros no es extraño bailar en un sitio así”, explica Van der Heyden.

La organización de este evento corrió a cargo de Tango Maastricht, una escuela fundada en 1987, y tuvo un público totalmente internacional. “Tenemos muchas conexiones con gente que baila no sólo en Holanda, sino también en Bélgica y Alemania”, explica a EFE Helen Derrez, presidenta y profesora de la institución.

“La iglesia posee una atmósfera muy cálida y es ideal para la danza: tiene techos altos, cristaleras enormes y un suelo de madera perfecto para bailarines”, añade Derrez.

El festival concluye con un concierto al aire libre de la pianista Anke Steenbeke y el acordeonista Ville Hiltula. La gente que acuda a la plaza Wihelminaplein, en el centro de Heerlen, podrá unirse a esta milonga gratuita.

“Todo el mundo es bienvenido”, afirma Van der Heyden.

EFE.