El barrio El Martillo reclamaba por los crímenes del fin de semana. La policía y la Justicia necesitaban avanzar con decisión. Ayer a la madrugada desplegaron un operativo sin precedentes con más de un centenar de efectivos, trece allanamientos y pudieron detener a tres jóvenes, entre ellos a Angel “Baggio” Chávez (24). Pero todo el esfuerzo se fue por la borda horas más tarde cuando, en un capítulo de ficción, Chávez huyó por la claraboya del camión que lo trasladaba desde la cárcel de Batán.

Anoche fuerzas policiales buscaban a Chávez por toda la zona sur de Mar del Plata y el fiscal Fernando Castro, por acordada de la Corte, desplazó a la policía de la investigación judicial de la fuga.

Chávez había sido detenido ayer por la mañana junto a Mariano “Chucky” Lescano (18) y Rodrigo Juárez (18), todos imputados de participar del linchamiento de Nelson Alderete (24) ocurrido el fin de semana en el barrio El Martillo.
Durante el megaoperativo, del que participaron cerca de 150 policías, también había sido aprehendida una mujer identificada como Paola Torres (39), a quien se le secuestró una pistola Glock calibre 9 milímetros.
Otras dos personas, que también están acusadas de ser parte de la turba que atacó a Alderete para vengar los crímenes de Francisco Chávez (15) y Brian Falcatto (17), no lograron ser localizadas por el personal policial.
Los tres detenidos están directamente relacionados con las víctimas: Lescano, atrapado en su casa de Gutenberg al 7100, es quien conducía el automóvil Volkswagen Gol Trend que fuera baleado en primer término y en el que viajaba Francisco Chávez.

Precisamente, “Baggio” Chávez es su primo y Juárez, un vecino. Para la fiscal María Isabel Sánchez y los investigadores, los tres detenidos salieron de “cacería” para dar con Alderete en venganza. Todos son oriundos de Santiago del Estero, de modo que se conocen de pequeños.

Chávez fue detenido en Nápoles 9156 y Juárez en Nápoles 9186.

Por otra parte, una prueba importante quedó a resguardo de los peritos para ser analizada. Nada menos que el automóvil Volkswagen Gol el que, a primera vista, presenta dos impactos de bala. Uno de ellos, en la luneta, fue realizado por el proyectil que hirió mortalmente a Chávez.

En otro allanamiento llevado a cabo en Mac Gaul al 2900, donde se trataba de dar con los otros dos implicados, estaba sólo Torres. Al requisar la casa se descubrió una pistola Glock que tenía pedido de secuestro por haber sido robada en 2016. También se hallaron 29 cartuchos calibre 9 milímetros intactos y 19 cartuchos de calibre 12 para escopeta.

Vale recordar que a Alderete lo mataron a disparos de escopeta en la cabeza, aunque luego los autores, no conforme con ello, lo incineraron.

En el resto de los allanamientos se logró secuestrar 26 teléfonos celulares y 1 mochila conteniendo varias prendas de vestir entre las cuales se hallaban algunas con partes incineradas (o alcanzadas por fuego) y otras que presentan manchas de sangre.

Los tres detenidos fueron trasladados a la cárcel de Batán, mientras que la mujer fue derivada a sede judicial para prestar declaración por la formación de una nueva causa.

Los hechos que se investigan comenzaron en la tarde del domingo, cuando el Gol Trend de Lescano fue alcanzado por los disparos supuestamente realizados por Alderete. A raíz de ese ataque falleció Francisco Chávez y ese desenlace provocó que se iniciara una cacería en el barrio.

Cuando Alderete fue localizado se produjo otro enfrentamiento que terminó con la muerte de Falcatto (17) y con Lautaro Olivera (18) gravemente herido. Ya entrada la madrugada, un grupo más numeroso y armado llegó hasta donde estaba Alderete y lo linchó.

Su muerte se produjo por disparos de escopeta en la cabeza. Luego se cuerpo fue incinerado.
Ayer a la mañana se informó desde el Hospital Interzonal que Olivera continúa en grave estado.

La fuga

Cuando Chávez llegó a la cárcel comenzó todo el proceso de ingreso y fue entonces que se detectaron algunos errores en el legajo. “Es algo que suele ocurrir, un poco por costumbres policiales y otro poco por exigencias, a veces innecesarias, del servicio penitenciario”, comentó un allegado a la investigación.

Por ese motivo, no se materializó el pase a la Alcaidía Penitenciaria N°44 y se organizó su traslado nuevamente a la comisaría decimosexta. Allí se iba a realizar todo el trámite nuevamente que consistía solo en la corrección del legajo.

Para el operativo se solicitó un camión del Servicio de Traslado de Detenidos Mar del Plata perteneciente a la policía bonaerense. Una vez que arribó a Batán se lo ingresó a Chávez y, sin más pérdida de tiempo, se inició el viaje.
Minutos más tarde cuando el móvil llegó a la comisaría se advirtió que estaba vacío. Tal cual. Vacío. En el techo una claraboya oxidada y que estaba suelta fue la huella de la fuga. Nunca pudieron saber dónde Chávez aprovechó para escapar, aunque se supone que fue en el único lugar del trayecto en el que el camión se detuvo: en la ruta 88, en el semáforo de Fortunato de la Plaza.

Anoche la búsqueda de Chávez era prioridad en toda la ciudad.