Al cierre de esta edición, los organizadores del Festival de Cine Marplatense desconocían dónde iba a realizar el cierre de las actividades y la entrega de premios a los ganadores del ciclo, ya que el paro de los trabajadores municipales interrumpió la última jornada. Además, el director del Festival, el cineasta local Julián Gil, denunció ayer que le hurtaron su cámara personal desde adentro del mismo Teatro Municipal Colón.
Quince minutos antes de dejar inaugurado el Festival -el lunes último por la tarde-, Gil advirtió que le faltaba su cámara. Su herramienta de trabajo, que contenía una tarjeta de memoria con material filmado todavía sin descargar y que utilizaba para ofrecer talleres gratuitos en las escuelas de esta ciudad, no estaba en el lugar donde la había dejado: el sector de sonido del Teatro Colón, ubicado en la entrada a la sala municipal.
“Es la única cámara que tengo”, contó ayer a LA CAPITAL Gil, quien tuvo que salir a reprogramar el último día de funciones. Agregó que se trata de una cámara Cannon T2I, que contenía lentes, una tarjeta de memoria y una batería. “Organizar el Festival nos llevó mucho tiempo, somos un equipo de entre ocho y nueve personas, no pude tomar trabajo en ese tiempo y por lo tanto no tengo dinero para otra cámara. El Festival no nos deja plata, las funciones son gratuitas”, contó, apenado, el cineasta, que es autor de la primera y la segunda parte de “Perímetro 7”, un filme realizado en Mar del Plata sobre temática zombie y que es un activo gestor de actividades vinculadas a difundir el cine.
Debido a la gravedad del hecho, Gil se entrevistó con el director del Teatro Colón, Marcelo Gobello, y con la secretaria de Cultural local, Silvana Rojas, contó. Ambos se solidarizaron con el director pero le dijeron que “no pueden hacer nada”. “Dicen que no hay seguro, que no pueden hacer nada”, agregó e informó que hizo la denuncia correspondiente.
Consultado por LA CAPITAL, Gobello indicó ayer durante la tarde que fue un hecho “desgraciadísimo, horrible”, y agregó que “el teatro no tiene un seguro para las cosas personales de cada uno, el teatro no tiene dinero para pagar una cosa así, no tenemos una caja chica”. No obstante, se mostró abierto a organizar un concierto con el objetivo de recaudar fondos para comprar un nuevo equipo de filmación.
Por su parte, Gil narró el enorme esfuerzo que supone coordinar una grilla de funciones “desde las 9 de la mañana a las 12 de la noche”, durante tres días, un encuentro que además es competitivo, todo un desafío para los realizadores locales que suelen verse desplazados de los grandes eventos de la actividad.
“Tanto esfuerzo, noches enteras sin dormir, ahora estoy sin comer y lo hacemos porque sabemos que está bueno mostrar las películas que se hacen en Mar del Plata, no buscamos dinero”, dijo y contó que el equipo se vio desbordado por la cantidad de material recibido para ser expuesto en estos tres días del Festival. Por eso decidieron agregar funciones desde la mañana. La idea fue mostrar todas las producciones marplatenses en diversas secciones y ofrecer charlas afines a la temática del cine.