Después de estar prófugo durante nueve años, la impunidad se terminó el jueves a la tarde para Eduardo Salvador Ullúa. El acusado de haber cometido delitos de lesa humanidad en las causa CNU, “La Noche de las Corbatas” y “La Cueva” fue atrapado en la Ciudad de Buenos Aires cuando estaba por ingresar a un departamento.

La detención fue realizada por la “Unidad Especial para la búsqueda de personas” luego de años de investigación para intentar dar con uno de los prófugos más buscado y que, entre otros asesinatos, se le imputan los de la decana de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica de Mar del Plata, María del Carmen Maggi.

Ullúa fue trasladado a los Tribunales de Mar del Plata, donde en el transcurso de la mañana será indagado por el juez federal Santiago Inchausti.

Ullúa estuvo detenido por el homicidio de la estudiante universitaria Silvia Filler, ocurrido el 2 de diciembre de 1971. Luego a partir de 1975 trabajó en la fiscalía federal que por ese entonces comandaba el hoy condenado a prisión perpetua Gustavo Modesto Demarchi. A partir de agosto de 1976 se apartó de su cargo y comenzó a trabajar como personal de inteligencia del Ejército. Su nombre está vinculado con la trágica “Noche de las Corbatas”, ocurrida entre la tarde del 6 de julio y la madrugada del 13 de julio de 1977 y que tuvo como víctimas a abogados laboralistas y sus familiares.

Ullúa también fue condenado a 18 años de prisión en la histórica causa de tráfico de drogas “Operación Langostino” y en la cárcel se recibió de abogado. Luego también fue socio de Sergio Schoklender a quien conoció en sus años de detención.

El ex miembro de la CNU tenía pedido de captura nacional e internacional desde mayo de 2009 e incluso se ofrecía una recompensa para quienes aportaran datos de su detención. El jueves finalmente fue detenido.