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Arte y Espectáculos 28 de abril de 2017

El maestro Danilo Grimoldi, dirigirá a la Banda Sinfónica Municipal

Será una gala especial con un repertorio puramente latinoamericano. "Lo interesante de los conjuntos es que se crea una nueva persona, colectiva es algo que sale entre todos", definió el músico.

La Banda Sinfónica Municipal se presentará hoy a las 20.30 en el Teatro Colón de Mar del Plata con un gran concierto de música puramente latinoamericana.
Será una gala especial ya que por primera vez la formación artística más antigua de la ciudad contará con la participación del maestro Danilo Grimoldi, como director invitado.
Con una amplia trayectoria, Grimoldi recorrió escenarios en México, Colombia, Ecuador y Perú. De Bahía Blanca al mundo, cuenta en exclusiva los tesoros musicales que descubrió durante sus viajes y que hoy intenta transmitir al público local.
De pequeño se interesó por la música, sus inicios tocando el violoncello lo llevaron a ocupar el primer atril en la Orquesta Sinfónica de Bahía Blanca, la cual años más tarde le tocó dirigir. Su extenso curriculum incluye también la dirección del Coro Estable de Bahía Blanca Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires.
Junto al maestro José María Ulla, dialogó con este diario sobre el concierto y los desafíos para este año.
– Maestro Grimoldi ¿Cómo surgió la idea de realizar este concierto con la Banda?
– A Ulla lo conozco desde hace muchos años, trabajamos juntos. El sabe que me gusta colaborar y me propuso interpretar un material colombiano porque acá no se conoce y es muy importante su difusión.
– ¿En qué consistirá el repertorio?
– El repertorio es prácticamente colombiano ya que se ejecutarán cuatro obras completas originales para banda como Navidad negra, de José Benito Barros; Territorio pacífico, de Juan Carlos Valencia Ramos; Arrullo, suite para banda de Victoriano Valencia Rincón; y también Zapatoca, de George Gershwin.
– Conociste muchos países pero ¿por qué Colombia es especial para vos?
– Es algo absolutamente casual, comencé a viajar hace unos 10 años y luego cuando deje la dirección del Coro Estable de Bahía Blanca tras jubilarme en el 2015 más lo hice. Arranqué a dictar cursos y talleres de dirección orquestal y coral en Perú. Ahí conocí mucha gente que me llevó por distintas latitudes como Ecuador, México hasta Colombia.
Una vez en Colombia, al dar clases y participar en conciertos como director invitado me encontré con características que son importantes transmitirlas porque desde afuera no se tiene conocimiento, aunque también es difícil de transmitir. Hay cuestiones muy notables, por ejemplo acá en Argentina tenemos una visión muy orientada hacia lo que sucede en Europa y no sobre lo que pasa en Latinoamérica y te podés llevar una sorpresa. Tienen cosas muy lindas y el movimiento musical colombiano es inmenso, sobre todo en los más chicos.
– ¿Cómo encontraste el nivel de nuestros músicos?
– Tengo muy buenas referencias y las mejores expectativas. Además de que se trata de una banda y no de una orquesta. Me encuentro en una etapa de la vida en la que tengo ganas de divertirme y hago las cosas con este fin por eso espero que sea un gran concierto y que nos divirtamos todos.
– ¿Cuál es la diferencia entre ellas?
– Los músicos de banda suelen tener una formación distinta y para este repertorio es más apropiada la banda. Esto se debe a que no necesariamente se hace lo que está escrito. Para ello es importante tener una formación de músico popular, por ejemplo cuando necesitas un swing y esto en Orquesta es imposible.
– A la hora de dirigir? ¿Con batuta o sin batuta?
– Cada vez uso menos la batuta, comencé dirigiendo con batuta pero depende del repertorio de la obra. No hay reglas para eso.
– ¿Cómo director buscas la perfección?
– La música no es lo que está escrito. El músico tiene que sobreinterpretar lo que está escrito, con sus sutilezas, su brebaje cultural. Cada músico debe largar su impronta personal en cada concierto. La perfección no me parece un bien artístico, para mí es una cualidad. Cada interpretación, cada conjunto y cada persona son distintos. Lo interesante de los conjuntos es que se crea una nueva persona colectiva, es algo que sale entre todos, y es muy difícil de explicar esto porque es algo que nos excede.
– ¿Y en los talleres?
– Cuando doy talleres entro a romper conceptos, es un trabajo de demolición y no es fácil. Hay que tener ganas. Rompo con estructuras, con lo establecido. Hace diez años no pensaba lo que pienso hoy. Por cuestiones de la vida uno va cambiando, el tiempo me da la posibilidad de decir por ahí no, no es el camino.
– ¿Se elige dirigir?
– No, se sufre. Cuando te importa algo lo disfrutás y lo sufrís porque te gusta. En primera instancia no creo en aquellos que dicen voy a estudiar dirección y nunca hicieron nada. Desde afuera no se puede tomar conciencia de lo que implica. En mi caso el proceso fue al revés, me puse a estudiar porque necesité saber. Primero tuve la necesidad que creo es la manera correcta de hacer las cosas.
– ¿Te hubiese gustado haber tocado otro instrumento?
– Sí, tocar el piano. Me hubiese servido mucho también porque es un auxiliar fantástico que no lo es otro instrumento. Con un piano vos podés suplir una sinfónica, con un violín no. Eso no habla de jerarquías dentro de los instrumentos, pero hay cosas más útiles dependiendo de la función.
– Maestro Ulla, ¿Ya habían tocado con un director invitado?
– Estoy muy contento de recibir al maestro Danilo Grimoldi que constituye el primer director invitado de mi gestión. Nos une una relación musical de muchos años y sus incursiones en Latinoamérica enriquecen en este caso a la banda, que tiene un fuerte componente popular, con un repertorio que nunca se tocó y que está muy bien escrito.