Resultados de una tesis de grado que analiza las precipitaciones, el funcionamiento de la infraestructura pluvial y el impacto de las inundaciones en el partido de General Pueyrredon, indican que “el fenómeno de las inundaciones sigue en aumento al igual que la superficie afectada”. El trabajo titulado “Regulación de precipitaciones en Mar del Plata” fue realizado por Camila Mujica como tesis de grado de la carrera licenciatura en Diagnóstico y Gestión Ambiental de la Universidad Nacional del Centro, bajo la dirección de la Msc. Rossana Ferraro y la codirección del doctor Luis del Río, director del Instituto de Geología de Costas y del Cuaternario de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Asimismo, el estudio, que analiza el período entre 1969 y 2015, encontró que los eventos extremos ocurridos en la ciudad de Mar del Plata han tenido lugar bajo períodos del Niño, “por lo que se podría pensar en una relación entre la ocurrencia de inundaciones catastróficas relacionadas al ciclo ENOS, lo que podría el foco también en este fenómeno como una amenaza, sin quitar el análisis puesto en el foco de la vulnerabilidad, ya que es evidente que hay una tendencia al incremento de la población en condiciones de vulnerabilidad, lo que aumentaría el riesgo a sufrir inundaciones”.
El estudio también analiza las obras de infraestructura realizadas y concluye que, a pesar de una alta inversión -que calcula de 92.000 pesos por habitante-, los fenómenos siguen afectando a más personas.
“Resulta evidente que el crecimiento de la ciudad y la ocupación de espacios verdes ha tendido a la impermeabilización de la zona y entonces, sin un adecuado planeamiento urbano esto se transforma en una carrera entre áreas anegadas cada vez mayores y obras de drenaje que las contrarresten, donde estas últimas siempre terminan perdiendo”, considera el trabajo.

Eventos extremos

“El funcionamiento del servicio ambiental de regulación de inundaciones en la ciudad de Mar del Plata durante el período 1969/2015, se encontró condicionado fuertemente por las precipitaciones, fenómenos climáticos regionales como el ENSO y la construcción de la infraestructura pluvial”, señala el estudio.
Durante el período bajo análisis encontró 110 eventos relacionados a inundaciones urbanas, de los cuales 27 se constituyen, por sus características, en “eventos extremos”.
Vale señalar que entre las numerosas fuentes que Mujica consultó para su trabajo, se encuentra el archivo del diario LA CAPITAL.
“Del análisis de los datos surge que el número de precipitaciones está en aumento, al igual que está en aumento la superficie anegada. A su vez, el mayor número de precipitaciones e inundaciones se corresponde a la estación de verano, en segundo lugar primavera, luego el otoño y por último el invierno”.
Desde el punto de vista científico, Mujica realiza el trabajo analizando el “servicio de regulación de inundaciones”, que brindan los ecosistemas y que es afectado, tanto por la naturaleza como por la acción del hombre. En todo caso, “el servicio es fundamental para el bienestar humano”.
Cuando el servicio de regulación no funciona bien genera impactos negativos, entre ellos “el más sobresaliente es la evacuación de las personas de sus viviendas junto con el deterioro de las mismas y lo bienes que se encuentran en su interior”.
Los tres “picos” de mayores impactos sobre el bienestar humano de los fenómenos de precipitación analizados, fueron en los años 1992 (con 2.040 evacuados), 1998 (con 2.000 evacuados) y 2002 (con 1.785 evacuados). En los tres casos, “ocurrieron dentro de episodios del Niño, por lo tanto, podría señalarse una posible relación entre el fenómeno del Niño y la ocurrencia de inundaciones”.

Infraestructura

“La infraestructura pluvial construida por el hombre intenta suplir las insuficiencias en el servicio ambiental de regulación de inundaciones. A partir del análisis realizado para el período 2000-2015 se nota un gran incremento de las obras realizadas a partir del año 2008, con un mayor énfasis desde el año 2012”, señala el trabajo de Mujica.
Al valorar el servicio, analizó que “el costo del mismo ha sido de $92.009 habitante/año. Este es un valor muy elevado, lo que indica el atraso en la construcción de las obras hidráulicas necesarias para que el servicio funcione adecuadamente, ya sea de manera natural o por la intervención del hombre”.
En el análisis apunta que “se ha encontrado que las obras de infraestructura han mejorado la vulnerabilidad de los barrios ante la ocurrencia de inundaciones. Sin embargo, hay barrios ubicados al Sureste y al Oeste que requieren de estudios hidráulicos y la aplicación de las correspondientes medidas de mitigación, ya que actualmente son los más vulnerables de la ciudad, esto barrios son: Villa Evita, Alfar, Playa Serena, San Patricio, Punta Mogotes, Bosque Alegre, Parque Hermoso y General Belgrano”.

Recomendaciones

Entre las recomendaciones finales de la tesis se encuentran los siguientes puntos:
* Sensibilizar a los actores políticos, los técnicos locales y la sociedad civil en su conjunto sobre la importancia de la formación de equipos interdisciplinarios de trabajo para trabajar en pos de mejorar el servicio ambiental de regulación de inundaciones.
* Fortalecer los canales de acceso a la información y de comunicación entre los niveles de gobierno y la sociedad civil. Esto permitirá acceder a información que facilite los fortalecimientos de los recursos humanos locales, los cuales deberán facilitar el intercambio con la sociedad civil e involucrarlos de esta manera en el tema.
* Generar estrategias para la toma de decisiones relacionadas con la planificación ambiental, a fin de garantizar que los beneficios y servicios derivados de los ecosistemas puedan mantenerse en el tiempo, ya sea por sí mismo o por la intervención del hombre a través de la construcción de infraestructura.
* Cartografiar las áreas según el grado de exposición ante las tormentas para poder planificar medidas tanto estructurales como no estructurales. Se deberá poner el foco de manera más precisa en la planificación y el ordenamiento territorial como medidas anticipatorias tempranas.
* Es elocuente, que las obras de infraestructura han mejorado la regulación de inundaciones. Sin embargo, la infraestructura que hay aún no alcanza y se requiere continuar con las tareas de encauzar arroyos, limpiar y construir nuevos desagües.
* A pesar de todo esto, se debe estar preparados para la ocurrencia de eventos extremos, por lo que es necesario avanzar es un sistema de alerta temprana y continuar con los ensayos de simulacros para la evacuación.