Un policía absuelto y otros dos condenados a prisión de cumplimiento condicional fue la sentencia leída ayer por el Tribunal Oral en lo Criminal 3 que generó polémica por la liviandad de la pena contra los funcionarios que balearon a dos menores de edad.
El fallo dividido causó la rápida reacción del Ministerio Público, por intermedio de la fiscal María Isabel Sánchez, que adelantó que apelará en Casación. Es que Sánchez (y el particular damnificado) habían pedido 15 y 16 años para los imputados.
Juan Pablo Vizcay y Carlos Vidal fueron condenados a 2 años y 6 meses de prisión por el delito de tentativa de homicidio cometida en exceso del cumplimiento del deber, mientras que Francisco Sánchez Domenez fue absuelto.
El caso ocurrió en abril de 2011 cuando dos adolescentes fueron interceptados en la zona de Rateriy y San Salvador. Los menores, que se trasladaban en un automóvil, fueron perseguidos por la policía y tiroteados. Fueron más de 10 disparos, cuatro de los cuales impactaron en una de las víctimas. El otro joven sufrió una golpiza cuando fue obligado a descender del vehículo por los policías que los detuvieron sin ninguna razón. Luego se estableció que el automóvil era del padre de uno de los menores.
Los jueces Eduardo Alemano, Juan Manuel Sueyro y Fabián Riquert entendieron, de manera no unánime, que Vizcay y Vidal accionaron bajo un “exceso intensivo y de una violencia desmedida en el cumplimiento del deber”. Sí, en cambio, que Sánchez Domenez no participó de los hechos.
Sánchez Domenez continúa siendo policía, mientras que los otros dos fueron desafectados y además fueron sentenciados ayer a 10 años de inhabilitación para ocupar cargos públicos y portar armas.