Desde hace varios años la zona de avenida Luro y la Costa se ha convertido en el espacio propicio para que diferentes artistas ostenten sus habilidades naturales. La particularidad de estas obras de arte es que son elaboradas con la materia prima por excelencia en Mar del Plata: la arena.

Por eso, cuando Robinson Duan (39), un brasileño oriundo de Río de Janeiro, decidió visitar la ciudad supo que la inmediaciones de la playa Punta Iglesia era el punto ideal para desplegar su inspiración y compartir con los transeúntes sus esculturas.

Así fue que hace poco más de un mes, comenzó con la elaboración de su “castillo”, el cual tiene alucinantes detalles, como una réplica exacta de un elefante, que demuestran la meticulosidad que Robinson le dedica a su trabajo.

“Había hecho otra escultura, pero por falta de materiales se derrumbó”, señaló, explicando que, pese a que los protagonistas de la construcción son el agua y la arena, existen adicionales que garantizan la solidez de la obra y su mantenimiento a lo largo del tiempo y las inclemencias climáticas. “También preciso espátula, pincel y fijador, además de las sogas para determinar el espacio”, aclaró.

A su vez, explicó que llegó a la ciudad durante la temporada de verano, pero como aún no tenía el permiso para trabajar, “o, mejor dicho, para hacer arte”, no pudo comenzar enseguida.

“Ni una menos”

Otra de las particularidades de la obra de Robinson es que cuenta con un cartel que indica la consigna “Ni Una Menos“. Consultado sobre la razones que lo llevaron visibilizar la lucha de mujeres, el brasileño indicó: “Yo creo que toda obra de arte tiene que tener un mensaje, por lo que quise aprovechar el atractivo de un castillo de arena para mostrarlo y que no quede sólo en la campaña”.

Y agregó: “Es algo que ocurre en el cotidiano y en todas partes del mundo”.

Recorriendo el mundo con su arte

Antes de desembarcar en “La Feliz”, el artista brasileño había estado elaborando obras similares en la localidad balnearia de Pinamar. Allí, aseguró, tuvo “muy buenas repercusiones”, algo que generó que el propio intendente elogiara su trabajo. “Me quiso contratar pero después, por diferentes cuestiones, no se terminó dando”, agregó, al tiempo que se excusaba por su español pese a que no denotara dificultad alguna.

Pero el recorrido artístico de Robinson no termina ahí. De hecho, se remonta a 8 años atrás, cuando decidió abandonar su ciudad natal para conocer el mundo a través de su arte. Así fue que logró vivir en cerca de 20 países, entre los que se encuentran Holanda, Alemania, Francia y España.

Además de lucirse en la creación de esculturas de arena, toca el saxofón y es percusionista, por lo que si se aburre de algunas de sus facetas artísticas, rápidamente, comienza a desarrollar otra.

Según dijo, estará en Mar del Plata hasta fines de Semana Santa, tiempo en el que seguirá su rumbo hacia Brasil y Panamá. De todas maneras no escondió su deseo de poder radicarse en la ciudad: “Me gustaría hacer una escuelita para que los chicos puedan aprender a hacer una escultura en arena, que no quede sólo en un entretenimiento artístico. Todos alguna vez disfrutamos jugando en la playa”, indicó.