Tumba profanada en Otamendi: fue liberado el dueño de la funeraria
Lo determinó la fiscal Ana Caro. En tanto, el encargado del cementerio quedó a la espera de la resolución de la Justicia de Garantías. Ambos están imputados de encubrimiento de sustracción de cadáver.
El dueño de la funeraria Batán, que participó en el trámite del sepelio del niño Matías Fernández (2), recuperó su libertad esta tarde después de prestar una extensa declaración ante la fiscal Ana Caro que investiga la profanación de la tumba en el cementerio de Comandante Nicanor Otamendi.
En tanto, el encargado del cementerio continúa aprehendido y la fiscal Caro solicitó a la Justicia de Garantías que disponga la detención.
Juan Della Santina (66), titular de la funeraria Batán, quedó libre una vez que dio su versión de los hechos y explicó todo el procedimiento mediante el cual el niño fue trasladado desde la quinta donde trabajaban sus padres -allí lo velaron durante dos días- hasta el mismo cementerio.
El pequeño murió el 10 de marzo al atargantarse con un globito de agua y entre el 11 y el 13 fue velado en el marco de una ceremonia con las costumbres de su familia, de origen boliviano.
Tras ser sepultado, el féretro fue profanado en algún día anterior al 18 de marzo y el cadáver mutilado. El autor de tal aberrante práctica, cuya motivación se desconoce, luego lo abandonó a 20 kilómetros del cementerio, en la ruta 11 entre Miramar y Mar del Sud.
La responsabilidad de la profanación parece esconderse, en mayor medida, en el cementerio y por eso su encargado, Juan Carlos López, afronta un más complicaciones. Además se le imputa también falso testimonio por haber dado una versión contradictoria días atrás cuando fue consultado sobre el registro de entierros.
López declaró hoy ante la fiscal Caro durante más de 1 hora, pero el contenido de sus dichos no se conoció.