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Opinión 8 de marzo de 2017

Hacia una reivindicación de las mujeres como trabajadoras

Una mirada en el marco del Día Internacional de la Mujer.

Además de clamar por la reivindicación de los derechos de las mujeres y exigir la puesta en práctica de políticas públicas de género que eviten violencia, femicidios y que protejan a las víctimas -pedidos que se vienen realizando históricamente-, este 8 de marzo la convocatoria incluye un Paro Internacional de Mujeres. Los movimientos feministas y de derechos humanos están decididos a poner de relevancia la condición económica de las mujeres. “Si nuestra vida no vale, que produzcan sin nosotras”, es uno de los lemas que moviliza a la huelga.

No es la primera vez que sucederá. El pasado 19 de octubre de 2016, en el llamado “miércoles negro”, se realizó una jornada similar, de cese de actividades de las mujeres argentinas, en respuesta al brutal asesinato de Lucía Pérez en Mar del Plata, un femicidio que volvió a estremecer al país.

Entender que las mujeres realizan un gran aporte a la economía es entender, al mismo tiempo, que lo hacen sin el reconocimiento formal en tareas domésticas vinculadas al interior de sus propias casas o ligadas al cuidado de hijos y ancianos, en simultáneo a sus trabajos sí formales y sí remunerados y muchas veces peor pagados que el de los varones.

“En Argentina, la participación de las mujeres en el mercado de trabajo creció muchísimo desde la mitad del siglo pasado hasta hoy. Lo que no se movió al mismo ritmo fue la participación de los varones en las tareas del hogar. Ya no tienen como máximo objetivo ser el ama de casa perfecta, ahora tienen (además) que ser exitosas profesionales y buenas trabajadoras”, explica Mercedes D’ Alessandro en su libro “Economía feminista”.

En esa misma dirección va la mirada de la periodista Marta Dillon, una de las referentes del colectivo Ni una menos.

Dijo en relación al paro de mujeres: “Vamos a parar y marchar para reclamar por el fin de la violencia machista. Para exigir que se mire el trabajo en clave feminista, esto es entender que las tareas de cuidado y reproductivas también son trabajo y tienen que ser tenidas en cuenta como una cuestión social y no como un peso en las espaldas de las mujeres”.

“No se trata de renegar del ama de casa -sigue D’ Alessandro en su libro-, sino por el contrario, de comprender que sin el trabajo que hoy realiza ella -pero que podría redistribuirse- la sociedad pierde su piedra fundamental. El trabajo no pago necesita ser reconocido como lo que es, una tarea indispensable para toda la vida social y la base sobre la que se levanta la actividad económica cotidiana”.

La Multisectorial de la Mujer de Mar del Plata arroja cifras: “el 76% de los trabajos domésticos no remunerados son realizados por mujeres; las mujeres ganan en promedio un 27% menos que los varones, y esa brecha alcanza un 40% en trabajadoras no registradas; la Argentina es el tercer país en la región que menos les paga a las mujeres”.

“Economía feminista” da cuenta de un hecho histórico, ocurrido en Islandia en 1975, cuando una marcha “movilizó a más de 25 mil mujeres por las calles de Reikiavik, casi un 10 por ciento de la población de Islandia”, explica D’ Alessandro. El objetivo de la marcha y de la huelga que inmovilizó al 90 por ciento de las mujeres islandesas fue hacer notar a los varones la importancia del aporte económico que hacen las mujeres con sus tareas domésticas. Al año, se aprobaba una ley de pago igualitario en la isla, que junto a Noruega, Suecia, Dinamarca y Finlandia son los sitios de menor brecha en el mundo entre hombres y mujeres.

En diálogo con ámbito.com, la referente indicó que el paro de hoy busca “que se revise por qué las mujeres tenemos los trabajos más precarizados. También estamos demandando por el aborto legal, seguro y gratuito, por los derechos LGTBI y por la ley de cupo laboral para las personas trans, entre otras tantas reivindicaciones”.

La situación en los medios de comunicación

Como mujeres, comunicadoras y trabajadoras tenemos una responsabilidad ineludible en varios aspectos. Desde la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género en Argentina de la que varias colegas de LA CAPITAL formamos parte, adherimos a la convocatoria de este 8 de marzo porque:
* La precarización laboral de las mujeres en el periodismo y la falta de trabajo es violencia.
* El maltrato hacia las periodistas atenta contra el ejercicio de la democracia.
* Las coberturas sobre violencias de género, femicidios y derecho al aborto no están incluidas en la agenda mediática de manera adecuada.
* Son necesarias más voces femeninas en los medios, que estén capacitadas para hablar de los temas que tienen que ver con los derechos de las mujeres.
* Queremos que las palabras nos nombren y no nos invisibilicen utilizando un lenguaje sexista, mal llamado universal. Instamos a promover un trato respetuoso, inclusivo y no sexista, en un trabajo colectivo necesario.
* Queremos más mujeres en los cargos de decisión en las redacciones.
* La Defensoría del Público está acéfala. Pedimos que designe titular.
* Las periodistas y comunicadoras somos trabajadoras, necesitamos ampliar la licencia por nacimiento de hijas e hijos, más jardines de cuidados primarios y políticas para la igualdad.
* La prensa audiovisual alternativa y comunitaria, donde históricamente se desarrollaron experiencias de comunicación con visión de género y feminista, actualmente no cuenta con apoyo económico del Estado tal cual exige la ley.
* Proponemos proyectar a través de las noticias y comerciales una imagen de la mujer libre de estereotipos y discriminaciones, y por sobre todo, a mostrarlas en su diversidad cultural, étnica, social y económica.
* Es necesario posibilitar un cambio respecto de la imagen estereotipada de la mujer y los avances en temas de igualdad de género puestos en la agenda y destacar la importancia del rol de los medios de comunicación en la transformación de los estereotipos de género y reforzar conceptos de derechos humanos.
* Hacia adentro de las redacciones, a través de un monitoreo global de medios, que se realiza cada cinco años, se relevó que solo un 24 % de noticias fueron sobre mujeres. En cuanto a la situación de las periodistas en los medios de comunicación, el proyecto global de observación de medios muestra que las mujeres constituyen la mayoría de la mano de obra, pero no tienen un rol importante en el proceso de la información. En el estudio se detectó que noticias de economía, finanzas, política o gobierno las cubrían o redactaban un 23 % de periodistas mujeres a nivel global y que un 40 % informaban más sobre asuntos sociales, de familia o arte.
* Las mujeres solo protagonizamos el 29% de las noticias, casi exclusivamente como víctimas y la cifra baja cuando se trata de lesbianas, trans y travestis.

Susy Scandali – Paola Galano – Albertina Marquestau – Claudia Roldós – Natalia Prieto – Marcela Golfredi – Julia Van Gool.