Peñarol de esta ciudad disputará esta noche un partido importante para sus aspiraciones en el certamen. Enfrentará desde las 21 a Echagüe de Paraná, último de la Conferencia Norte, por una nueva fecha de la Liga Nacional de Básquetbol.

Golpeado por seis derrotas consecutivas, le urge cortar la racha negativa. La de esta noche, en apariencia, parece ser una buena oportunidad para conseguirlo. Echagüe ganó apenas dos partidos de los últimos treinta y todavía no lo hizo con su nuevo entrenador Iván Najnudel.

Lo anterior no implica que será un partido fácil. Salvo a Quilmes que lo aplastó, Echagüe le hizo partido a todos en su cancha, aunque apenas ganó dos.

Con cuatro extranjeros en sus filas, no hay momento en un partido en el que el equipo entrerriano no se desordene. Y esa debilidad de su juego, en mayor o menor medida, fue aprovechada por todos sus rivales.

Estos datos no hacen más que aumentar la presión que Peñarol tiene por volver a ganar. Una caída en Paraná será un golpe duro para el crédito de todos. Y jugar en esas condiciones no ha sido fácil.

Por el contrario, en situaciones apremiantes, la respuesta primaria del equipo, por lo general, ha sido resolver de manera individual. Por lo general, con malos resultados.

Otra cosa sería jugar bajo presión con Leo Gutiérrez en cancha. El capitán vio el partido de Concordia desde la tribuna, acongojado por otra mala imagen colectiva.

Como sigue entrenando, hoy probará para ver si puede jugar algunos minutos. De lo contrario, la posibilidad de su reaparición quedará diferida al juego del miércoles ante Libertad de Sunchales.

Sería oportuno que recupere algo de ritmo antes del partido del lunes 27 ante Boca en el Polideportivo, una verdadera final para los “milrayitas” para escaparse de la lucha por eludir el último lugar de la Conferencia Sur.

Lo cierto es que el equipo necesita como el agua la sabiduría de su capitán para enderezar un rumbo errático.

Echague difícilmente pueda evitar el último lugar de la Conferencia Norte. El objetivo de los paranaenses, de aquí hasta el final de la fase regular, es definir su fisonomía equipista y ponerse fuerte antes de jugar el play-offs por el descenso.