CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
19-08-2011

Murió el represor Pedro Barda

Contaba con 91 años y tuvo a su cargo todos los centros de detención clandestina de la ciudad y la zona en los primeros años de la dictadura militar. Estaba condenado a prisión perpetua, pero tenía otras causas que no pudo afrontar por su salud.

El represor Pedro Barda, considerado máximo responsable en Mar del Plata y la zona de la represión ilegal durante la última dictadura militar, falleció esta semana en Capital Federal a los 91 años.

Si bien ya estaba condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad en 2008, Barda se encontraba imputado en otras causas por ser el jefe de la Subzona 15, un amplio territorio que abarcaba ciudades como Mar del Plata, Necochea, Balcarce, Miramar, entre otras. Pero a raíz de su deteriorada salud tenía procesos penales suspendidos ya que estaba prácticamente postrado y con función cerebral casi nula.

Barda recibió en 2008 la pena de prisión perpetua en la causa del 1º Cuerpo de Ejército en Buenos Aires, por las muertes del abogado Jorge Candeloro y de la joven Analía Magliaro, como también de la privación ilegal de la libertad y tortura de la mujer de Candeloro, Marta García.

En Mar del Plata, el juicio Base Naval 1 no contó con Barda entre los acusados porque se estableció que no estaba en condiciones ni físicas ni mentales para afrontar un juicio. La misma medida se tomó en relación a Juan Carlos Malugani, quien fue excluido del proceso.

En esa causa Barda estaba imputado de privación ilegal de la libertad doblemente agravada por mediar violencia y amenazas de Liliana Retegui, Patricia Lazzeri, Liliana Iorio, Nancy Carricabur y Stella Maris Nicuez, Omar Tristán Roldán, Delia Elena Garaguso, Juan Raúl Bourg y Alicia Rodríguez de Bourg; imposición de tormentos agravada por haberse cometido en perjuicio de perseguidos políticos de los que resultaran víctimas Liliana Retegui, Patricia Lazzeri, Liliana Iorio, Nancy Carricabur y Stella Maris Nicuez, Omar Tristán Roldán, Delia Elena Garaguso, Juan Raúl Bourg y Alicia Rodríguez de Bourg; y homicidio calificado por el concurso de dos o más personas de los que resultaran víctimas Liliana Retegui, Patricia Lazzeri, Liliana Iorio, Omar Tristán Roldán, Delia Elena Garaguso, Juan Raúl Bourg y Alicia Rodríguez de Bourg, todo ello en concurso real y en calidad de coautor.

Para una dimensión precisa del poder que ostentó Barda entre los años 1976 y 1977 vale decir que era el jefe de la Subzona 15. Era comandante de Artillería de Defensa Aérea 601 y tuvo a su cargo los centros clandestinos de detención La Cueva o el Viejo Radar, la Base Naval, la comisaría cuarta, el destacamento de Batán, la Escuela de Suboficiales de Infantería de Mar, Bomberos, la comisaría octava, dos comisarías de Necochea y el Grupo de Artillería de Defensa Aérea (GADA).

Durante el Juicio por la Verdad, el periodista marplatense Amílcar González llegó a decir que "Barda tenía más poder que Jorge Rafael Videla". De Barda dependía la suerte de los detenidos en Mar del Plata: es decir que él decidía quién seguía secuestrado o cuál era el destino que se les daba.

Según lo ventilado en los juicios, Barda recibía a los familiares y les mentía, e incluso se encargaba de intimidar a todos aquellos detenidos a los que liberaba.

Solamente en Mar del Plata hubo 300 desaparecidos y un número mucho mayor de personas que estuvieron secuestradas, torturadas y luego liberadas. Esta ciudad fue la cabecera de la Subzona 15, ya que el centro de operaciones era el Grupo de Artillería Antiaérea 601 (GADA 601) con asiento en Camet.

Mar del Plata sufrió una represión con mucha intensidad por tratarse de una ciudad universitaria; por su departamento judicial y por la gran actividad sindical a raíz de su industria pesquera .

Públicamente Barda jamás hizo ningún tipo de manifestación, ya sea de reivindicación o de mea culpa, aunque sí justificó el accionar y minimizó el Terrorismo de Estado en un Consejo de las Fuerzas Armadas celebrado apenas se recobró la democracia.