CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
22-01-2010

Descubren fábrica clandestina de tela para chalecos antibala

Irregularidades administrativas fueron la causa de la clausura de una fábrica textil en la que se manufacturaba material blindado. La tela era empleada para la fabricación de chalecos antibala en Buenos Aires.

Una fábrica clandestina de tela para chalecos antibala fue descubierta ayer y cerca de 2 toneladas de "kevlar" y "Gold Flex", materiales utilizados para la confección de esas prendas de seguridad, resultaron secuestradas a raíz de diversas irregularidades administrativas halladas.

Una empresa de Buenos Aires era la que terminaba los chalecos y luego los ponía a la venta en un mercado compuesto, principalmente, por empresas privadas de seguridad.

Fuentes policiales informaron que el operativo se efectuó en un depósito de la avenida Luro 6550 que se hacía llamar "Targea Security Services" y su propietario quedó demorado a la espera de determinar qué rol cumplía allí.

Los chalecos antibala, al igual que las armas de fuego, necesitan de una identificación individual emitida por el Renar (Registro Nacional de Armas) por lo cual su confección debe estar respaldada por documentos que certifican, entre otras cosas, la calidad de protección requerida.

Esta firma marplatense recibía retazos de "kevlar" y de otro material proveniente del estado de Minas Gerais, en Brasil, con el cual fabricaba los rollos de tela que luego eran enviados a Buenos Aires para confeccionar los chalecos.

La investigación se inició cuando a efectivos de la DDI de Mar del Plata les llegó la información de que en ese lugar funcionaba una fábrica que no estaba habilitada por el municipio de General Pueyrredon ni por el Registro Nacional de Armas (Renar).

Los detectives se contactaron con la Dirección General de Inspecciones y cuando concurrieron ayer a la tarde al depósito se encontraron con dos mesas que tenían 25 planchas de "kevlar" y fueron secuestradas.

En el lugar la policía se entrevistó con el encargado de la firma, quien manifestó que era consignatario de la empresa ABPC, con domicilio en la localidad bonaerense de Munro, la cual se dedica a la fabricación y venta de chalecos antibala. También indicó que se utilizaba material reciclado, es decir recortes de placas de Kevlar y un material conocido como Gold-Flex, que luego son unidas con una resina especial, confeccionando rollos de 1,80 metros de ancho por 35 metros de largo. La mencionada empresa ABPC poseía una inhabilitación (suspensión) de la autorización otorgada para la restauración y reciclaje de Kevlar y Gold-Flex, y que por ese impedimento habrían comenzado a efectuar dicha tarea, en forma ilegal en esta ciudad.

Durante el operativo, incluso fueron encontrados chalecos "Probeta" de prueba con perforaciones de disparos, evidencia de que eran sometidos a test de resistencia. La fuente explicó que "los chalecos verdaderos tienen 26 planchas enteras de kevlar y otros materiales antibélicos".

Respecto a la empresa ABPC se supo que si bien está habilitada por el Renar para vender esa prenda, tiene abierto un sumario por la presunta venta de productos no autorizados.

Tras el procedimiento en Mar del Plata, el fiscal de flagrancia Paulo Cubas abrió una causa por "averiguación de ilícito" y no resolvió la situación del propietario del depósito hasta avanzar un poco más en la pesquisa.

En tanto, la firma marplatense contaba con habilitación municipal como local comercial desde el 6 de agosto pasado, pero no tenía la correspondiente autorización del Renar, para la actividad que allí se desarrollaba. El titular de la delegación local del Renar, Carlos Nistal, estuvo presente en el operativo.

El fiscal Paulo Cubas inició actuaciones por infracción a la Ley 20.429 Decreto Reglamentario 395/75 (Ley de Armas) contra el encargado del lugar y, a raíz de la gran cantidad de material hallado, se lo dejó en carácter de depositario judicial al mismo imputado.

Inspección general

Eduardo Buzzeta, titular de la Dirección de Inspección General explicó que "se recibió una denuncia sobre la existencia de un establecimiento que estaría desarrollando tareas que no concordaban con la habilitación extendida. Cuando se ingresó al establecimiento se detectaron áreas ocupadas que debían estar libres y -sobre todo- que las prendas que se estaban confeccionando eran supuestamente chalecos antibalas, por lo que se dio intervención a la policía y a la delegación local del Renar".