Tres años preso por un crimen que jamás ocurrió
Pasó tres años en la cárcel acusado de haber asesinado a una joven que luego apareció residiendo en San Juan. Durante su detención fue salvajemente torturado.
CORDOBA – Nelson Madaf (39), quien pasó tres años en la cárcel acusado de haber asesinado a una joven que luego apareció residiendo en San Juan, afirmó que puede reconocer a los policías que lo torturaron para autoincriminarse y sostuvo que, además de haberse contagiado de sida en prisión, salió con una discapacidad que le impide trabajar.
"Aún puedo reconocer a algunos de los policías (de San Luis) que me torturaron. De algunos me acuerdo", contó Madaf, aunque aclaró que la Justicia aún no ha ordenado detenciones. Recientemente el Superior Tribunal de Justicia puntano condenó al Estado de esa provincia a pagar una indemnización de 349.369 pesos a Madaf, quien fue acusado injustamente de asesinar a una adolescente de 16 años que había desaparecido de su casa en 1989.
"Pasé tres años en la cárcel, en la prisión de la comisaría me contagié sida", dijo el hombre.
Madaf recordó que a la joven la había conocido dos días antes de que desapareciera, pero que no era su novia y luego, a través de un mensaje anónimo, lo culparon del supuesto crimen. Madaf, quien se dedicaba a fabricar ladrillos y a hacer trabajos de albañilería y carpintería, afirmó que fue brutalmente torturado, por lo que debió autoincriminarse en el supuesto crimen.
El hombre dijo creer que en la celda de la comisaría, donde estuvo tres meses, "posiblemente me inyectaron" y que por esa razón contrajo sida.
"Me colgaron de un árbol y me enterraron dos horas. Me partieron la cabeza con un arma, me molieron a golpes, tenía sangre en el estómago, me salía sangre de los oídos y de la nariz. Me ataron las manos y quedé inutilizado, aún hoy estoy discapacitado en un 90 por ciento y no puedo trabajar", contó el hombre. "Estaba reventado. Preferí decir un supuesto lugar donde había enterrado a la joven, antes que morir", añadió.
Los magistrados de San Luis hicieron lugar a una demanda por daños y perjuicios, luego de que la joven Claudia Díaz fuera localizada con vida en 1998 en San Juan, donde formó una familia. "Yo no tengo bronca ni resentimiento contra esta chica", dijo el hombre, pero "sí estoy dolido y con bronca por lo que me hizo la policía", remarcó.
La joven había desaparecido de su casa en octubre de 1989, pero él fue culpado en 1992. La sentencia contra Madaf señaló que "la detención, procesamiento, encuadre legal y prisión preventiva se fundan en la autoincriminación del imputado".
El abogado del hombre, Carlos Pereyra, dijo recientemente que en ese momento detuvieron a su defendido "a raíz de presiones políticas, ya que quería resolverse el tema y debían encontrar un culpable". Finalmente, por falta de pruebas, fue dejado en libertad en 1994.