Un pistolón calibre 36 que pudo haber sido empleado para dar muerte a un quintero boliviano el martes pasado durante un asalto a una granja de Parque Hermoso, fue encontrado a poca distancia de donde se produjo el crimen.

Ahora peritos especializados en balística y armas determinarán si existe una relación directa entre el pistolón y el hecho que tuvo como víctima fatal a Santos Yerbara Ramíres (48).

Como fuera informado días atrás, Yerbara Ramires fue asesinado de dos disparos en momentos en que era asaltado por tres individuos menores de edad. Los delincuentes habían irrumpido en su vivienda ubicada en una quinta el camino vecinal a Estación Chapadmalal, a 150 metros de Valle Hermoso.

Según el relato de la familia de la víctima (también estaban allí su mujer, sus cuatro hijos y un cuñado de Yerbara Ramires) el asalto se desarrolló de una manera violenta, en especial cuando los malvivientes se quedaron con 30 mil pesos y el quintero forcejeó con uno de ellos. En esas circunstancias, Yerbara Ramires recibió dos balazos que le causaron la muerte de manera instantánea.

Los asesinos escaparon a pie, dos de ellos, y el restante en motocicleta. Este último fue perseguido por los familiares de la víctima y logró escapar, pese a ser derribado de su vehículo. En esas circunstancias fue baleado en el abdomen un adolescente de 15 años, sobrino del quintero asesinado.

Tras una profunda investigación, la policía detuvo a Sergio Presentado (18) y a un menor de 17, quienes tras quedar procesados se negaron a declarar ante los fiscales Facundo Gómez Urso, de la Justicia penal, y Mariana Vaqueiro, del Fuero de Responsabilidad Juvenil.

Ayer personal de la subcomisaría Parque Hermoso realizó un rastrillaje en las cercanías de la vivienda del quintero y halló el pistolón calibre 36 y un cartucho del mismo calibre marca Orbea, percutado.