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01-02-2016

El club al que le remataron la sede y ahora sueña con volver al barrio

Por una estafa con una rifa, Deportivo Norte perdió su sede social a mediados de la década del noventa. Después, las internas lo llevaron a ser intervenido. Hoy una nueva dirigencia lo reconstruye desde su villa deportiva y se pone un gran objetivo: volver a La Perla, el barrio donde se escribió su historia.

por Pablo Falcone

@pmfalcone

El remate cruzado de Sergio Rodríguez engaña al arquero Luis Di Martino y el gol enmudece al estadio Mundialista. Es la tarde del 30 de abril de 1989. Deportivo Norte acaba de perder en la definición por penales contra Nueva Chicago la oportunidad de seguir peleando por ascender al Nacional B. Nadie lo sabe, pero a partir de ese gol la historia del club que sueña con llegar al fútbol grande comenzará a desmoronarse.

Unos meses después de ese partido, los dirigentes fueron engañados por estafadores que prometieron construir un estadio, pero sólo crearon deudas. El precio que la institución tuvo que pagar fue el remate de la sede social. A mediados de los noventa, Deportivo Norte pasó de soñar con la gloria a estar en ruinas.

Casi veinte años más tarde, el club todavía trata de recuperarse. Una nueva dirigencia intenta que la villa deportiva -único patrimonio que le quedó a la institución- crezca y mientras tanto trabaja en un gran objetivo: volver a tener la sede social en La Perla, el barrio donde nació y que la crisis obligó a rematar.

Deportivo Norte se fundó el 1 de abril de 1937. El primer terreno que tuvo la institución estaba ubicado en Ituzaingó al 3900. Ahí, su cancha de bochas era la más concurrida de la ciudad. Poco después, el club se mudó a su sede social histórica ubicada en la esquina de Guido y Necochea. Desde ese momento fue el club del barrio de La Perla.

Como con la mayoría de los clubes de la ciudad, Deportivo Norte tuvo su época de esplendor a partir de la década del sesenta. La sede social era la elegida por los vecinos del barrio para jugar al bowling e ir a bailar a los salones de fiestas. 

En la década del ochenta, Deportivo Norte llegó a tener mil socios. Su equipo de fútbol se convirtió en el pionero de los clubes de la ciudad que a través de los antiguos torneos Regionales intentaban llegar al Nacional B. La derrota con Nueva Chicago por penales abrió la ilusión de una revancha. Pero el club entró en una crisis terminal.

Con la promesa de construir un estadio en la villa deportiva ubicada en el kilómetro 393 de la ruta 2, estafadores hicieron que los dirigentes se embarcaran en el proyecto de una rifa llamada "La Bataraza". Al final, nunca pagaron los suntuosos premios a los ganadores y los directivos debieron hacerse cargo con su patrimonio.

A mediados de los noventa, la sede del club se entregó para pagar una parte de las deudas. "Nadie lo hizo a propósito. Hubo gente muy afectada por este tema que directamente sufrieron mucho en lo personal. Ellos respondieron con su patrimonio. Intentaron hacer las cosas de buena fe", recuerda Pablo Tello, actual secretario de la institución.

Sin sede social, el club se mudó a la villa deportiva. Pero los coletazos de la crisis provocaron fuertes disputas internas entre los socios. La situación llegó al extremo: entre marzo y diciembre del 2012, la justicia puso un interventor para normalizar la institución.

Después de la intervención, Sergio Miori asumió la presidencia y el año pasado Rodolfo Alvarez lo reemplazó en el cargo. Sus gestión intenta hacer renacer al club.

La actualidad

Sentados en una mesa redonda en el medio del buffet donde los chicos también hacen ejercicios de pesas de pretemporada, el presidente Rodolfo Alvarez; el secretario, Fernando Tello; el vocal Fernando Crespo y el secretario, Gabriel Gómez hablan con LA CAPITAL y cuentan sus proyectos para el futuro. De fondo, en una vitrina descansan los trofeos que la institución cosechó durante su historia. "El capital más grande que tiene el club es la gente. Pudieron rematar la sede, pero el sentimiento y la pertenencia no se perdió. A partir de eso es que pudimos volver a existir", dice Crespo. Y Alvarez cuenta: "Nosotros tenemos planes a corto, mediano y largo plazo. A corto, queremos mantener lo que tenemos. A mediano, darle un auge importante a la villa deportiva con la construcción de piletas y un vestuario. A largo, tenemos un sueño: que la sede social vuelva al barrio de La Perla".

Hoy Deportivo Norte tiene 100 socios, más de 400 chicos que juegan al fútbol y 100 chicas al hockey. Las cuatro canchas que funcionan en la villa deportiva -a la vez es la sede social- se alquilan y de ahí surge una de las principales fuentes de ingreso, junto a la cuota social y las ventas del buffet. Además, los aportes de los dirigentes y de socios vitalicios de sus bolsillos permiten hacer obras para remodelar las instalaciones. "A veces es muy complicado y difícil pero puedo asegurar que cuando uno no sabe para dónde encarar sale ayuda de muchos lados. Hay gente que acompaña. Deportivo Norte es un club muy grande", dice el presidente de la institución. Y agrega: "Miramos el pasado como un recuerdo pero no somos esclavos del pasado. Estamos mirando el futuro y pacificando la historia para volver a estar entre los clubes más importantes".