Hace una década, Mar del Plata fue sede de la IV Cumbre de las Américas, un acontecimiento que modificó la fisonomía de la ciudad y las políticas del continente americano. 31 presidentes -de los 34 invitados- dijeron presente en la reunión en que se descartó adherir al Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) propiciado por Estados Unidos. La ciudad estuvo sitiada, debido a un inédito operativo de seguridad, y el espacio aéreo cerrado. Uno de los acontecimientos más importantes que vivió la ciudad. Paralelamente se desarrolló la III Cumbre de los Pueblos, en cuyo acto final el entonces presidente venezolano adelantó lo que pasaría en la reunión oficial al declarar en su discurso "ALCA, ALCA, al carajo"

La declaración final de la IV Cumbre de las Américas -celebrada en la ciudad el 4 y 5 de noviembre de 2005- estuvo trabada desde el inicio de la reunión, debido a las discrepancias existentes entre los países integrantes del Mercosur y Washington sobre el futuro del ALCA: los países integrantes del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) querían avanzar con el acuerdo siempre y cuando Estados Unidos diera una clara señal sobre la eliminación de los subsidios agrícolas.

Es que se suponía que en el cónclave desarrollado en la ciudad se confirmaría que el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), integrado por Estados Unidos, México y Canadá, se extendería al resto de los estados del continente americano, excluyendo a Cuba. Pero algo falló, o no.

Un antes y un después

Los historiadores contemporáneos sostienen que a partir de la cumbre de 2005 el ALCA entró en crisis, al punto que muchos ya lo consideran como un proyecto muerto.

En la oportunidad, se produjo una declaración final que en verdad son dos contrapuestas: incluye una mención a favor de la reapertura del ALCA -presentada por Panamá y apadrinada por EEUU-, y otra del Mercosur y Venezuela, en la cual destacaron las asimetrías existentes entre las economías del continente que dificultan la puesta en marcha de un área de libre comercio.

Las crónicas periodísticas de la época señalan que el presidente norteamericano George W. Bush le dijo "estoy un poco sorprendido. Acá pasó algo que no tenía previsto" a su par argentino, Néstor Kirchner, al despedirse.

Lo que había sucedido era que Estados Unidos no pudo imponer una mención de reapertura del ALCA en el documento final.

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En 2005, Néstor Kirchner era el presidente de la Nación, Felipe Solá el gobernador de la provincia de Buenos Aires y Daniel Katz el intendente de General Pueyrredon. Daniel Scioli era el vicepresidente de la Nación y Mauricio Macri había sido elegido diputado nacional por la ciudad autónoma de Buenos Aires con su flamante partido PRO.

En aquel entonces, el kilo de carne -según el corte- oscilaba entre los 6 y 8 pesos; un paquete de cigarrillos cotizaba en promedio $2 y el abono mensual de internet no llegaba a los $20: costaba $19,90. La cotización del dólar era de $2,96/$2,99. Aldosivi jugaba con cierta irregularidad el Nacional B, conducido por Andrés Rebottaro, y Jorge Bergoglio era el arzobispo de Buenos Aires.

Poco antes de la Cumbre, el 23 de octubre, se había realizado la elección legislativa. En la Quinta Sección Electoral se eligieron concejales y senadores provinciales. En aquel entonces, las mesas eran masculinas y femeninas.

En la ciudad, ganó la lista del radicalismo (encabezada por Walter Malaguti), seguida por la del Frente para la Victoria (con Daniel Rodríguez) y por la de Acción Marplatense (AM), con Gustavo Pulti a la cabeza. La radical Vilma Baragiola era elegida diputada nacional.

Promediando su gobierno, Néstor Kirchner sumaba diputados y se quedaba con la mayoría en el Senado, con el triunfo de Cristina Kirchner contra Hilda "Chiche" Duhalde en la provincia de Buenos Aires.

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La Cumbre de las Américas es una reunión de los gobernantes de los países de América para tratar temas diplomáticos y/o comerciales de importancia a nivel continental. En un principio se formó para tratar la implementación del ALCA. Participan en el evento los 35 Estados independientes americanos y asisten sus mandatarios o jefes de estados. La primera fue en 1994 en Miami.

Mar del Plata como sede fue elegida un año antes, compitiendo en la final con Bariloche. Entonces comenzaron los preparativos para concretar el evento más grande e importante que haya tenido la ciudad, especialmente por la presencia de tantos jefes de Estado juntos, incluido el de Estados Unidos.

Además de acondicionarla arquitectónicamente, con varias obras (ver recuadro), se desplegó un operativo de seguridad inédito. De hecho, unas 250 manzanas quedaron dentro de un vallado de seguridad al que se podía acceder únicamente con credencial. Es decir que los vecinos podían ingresar a sus propias casas después de ser censados y comprobado su domicilio. Al igual que sus vehículos.

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La medida generó protestas verbales, sobre todo en el inicio del operativo -una semana antes del inicio del evento-, ya que Mar del Plata era una ciudad vallada desde la avenida Juan B. Justo, todo por la costa, incluyendo el Casino Central hasta la avenida Luro. De ahí hasta Santiago del Estero, siguiendo hasta hasta Gascón y de Gascón hasta General Riva, terminando nuevamente en la avenida Juan B. Justo.

Las extremas medidas de seguridad se debieron a que Bush era considerado "objetivo terrorista", incluyendo el cierre del espacio aéreo durante el transcurso de la Cumbre y la presencia de buques nacionales y norteamericanos a 150 millas de la costa.

Al despliegue de efectivos de las fuerzas de seguridad provincial y federales (unos 9 mil hombres entre Policía Bonaerense y Federal; Gendarmería y Prefectura) se sumó la presencia de agentes de civil norteamericanos, que en los días previos llegaron con sus propios aviones transportando vehículos y otros elementos de seguridad.

Esos dos días no hubo clases ni bancos y los colectivos debieron modificar sus recorridos una semana antes.

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La inauguración oficial de la Cumbre se realizó el viernes 4, a las 17, en la sala Astor Piazzolla del teatro Auditorium, mientras que a pocas cuadras de allí recrudecían los hechos de violencia que se produjeron en la marcha de la contracumbre (ver recuadro). Por su parte, los mandatarios se dirigieron al Hermitage Hotel (sede de las deliberaciones) para posar en la foto de familia realizada en la terraza, y luego iniciar formalmente la reunión.

Las deliberaciones se sucedieron, entre cruces diplomáticos y no tanto, hasta dejar la sala despoblada ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo.

Finalmente, en la tarde del sábado 5 (cuando Lula, ex presidente de Brasil ya había abandonado la ciudad) se dio a conocer el documento final "Crear trabajo para enfrentar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática". Algunas crónicas periodísticas sostuvieron que fue "el entierro del ALCA en Mar del Plata".

Los mandatarios abandonaron la ciudad y el domingo 6 comenzaron a retirar las vallas y, poco a poco, "La Feliz" fue recobrando su ritmo habitual. Pero ya nada sería igual, ni en la ciudad ni en el continente.

En números

* 1.596 periodistas acreditados.

* 828 comunicadores argentinos, de los cuales 242 pertenecieron a medios marplatenses.

* 140 periodistas fueron traídos por el gobierno norteamericano, 20 de los cuales llegaron con el presidente George Bush en el Air Force One.

* 5.000 dólares debieron abonar los periodistas norteamericanos que abordaron el avión presidencial. Los equipos de televisión, además, pagaron exceso de equipaje.

* 37,6 por ciento de los acreditados pertenecieron a la TV, 12,8 por ciento de radio; 30,3 de prensa escrita y 19,3 de agencias de noticias.

* 10.000.000 de pesos invirtió la empresa de energía para potenciar a Mar del Plata y la zona de influencia.

* 28.544 fueron las personas que llegaron a la ciudad para la IV Cumbre de las Américas; 7.500 participaron de la III Cumbre de los Pueblos.

* 250 manzanas de la ciudad quedaron encerradas detrás del perímetro de seguridad.

* 6.971.754 millones de dólares gastaron las 28.544 personas que llegaron a la ciudad por la Cumbre.

* 600 puestos de trabajo tuvo el Centro Internacional de Prensa instalado en el Paseo Hermitage.

* 200 PC con internet e impresoras se instalaron en la sala de prensa, otras 40 PC con internet estuvieron destinadas a los reporteros gráficos. Hubo 100 conexiones fijas a internet y otras 10 inalámbricas, 200 teléfonos, 8 fotocopiadoras.

* 140.000.000 de pesos se invirtieron en obras para la IV Cumbre de las Américas.