No sólo el otoño provoca la caída de las hojas de los árboles
Aún es "temprano" para que comience el proceso tan relacionado con la llegada del frío. Pero hay otros factores que hacen que, en algunas especies se adelante el fenómeno.
El otoño se caracteriza y relaciona, generalmente, con la llegada de tiempo más fresco y la caída de las hojas de los árboles caducifolios -los que renuevan sus hojas cada año-. Es la época en la que las hojas comienza a adquirir un color rojizo, amarillento o amarronado, se secan lentamente y caen al suelo. Antes de esto, pasaron todos sus nutrientes a las ramas, tronco y raíces, dándole fuerza al árbol para pasar el invierno.
Pero no sólo el otoño provoca la caída de las hojas, otros factores, como el viento seco y cálido del verano, el efecto del calor combinado con el asfalto, la falta de posibilidades de desarrollo de las raíces, también juegan su rol en este aspecto.
Para explicar el fenómeno, el ingeniero agrónomo Luis Battocletti, director de arbolado urbano, recordó que "normalmente la caída de la hoja se produce porque se secan las células del canal de abcisión del pecíolo y la hoja comienza a secarse, pasa sus nutrientes a las ramas, el tronco y las raíces y finalmente se deshidrata, se seca y cae".
Las plantas responden al estímulo de la temperatura, luz o fotoperíodo y humedad. "En base a ellos crecen, florecen o dejan de hacerlo" indicó el referente. Por eso señaló que "cuando los días se acortan y la temperatura baja (abril), se detiene el crecimiento, el producto de la fotosíntesis se acumula (en tallos, tronco y raíz) como reserva de energía para utilizar en el rebrote de primavera (septiembre). Con días más cortos y más fríos, finalmente las hojas caen (mayo o junio según variedad)".
En ese contexto indicó que "es temprano aún para que se caigan las hojas de los árboles" aunque también indicó que "algunas hojas cayeron por efecto del viento seco y cálido del verano, que las reseca momentáneamente a unas y permanentemente a otras, que entonces caen".
Además, "otras hojas caen por efecto de un período de sequía que atravesamos, que produce un efecto similar al anterior, que produce un marchitamiento temporario en unas hojas. Algunas se recuperan otras no y caen".
Otras hojas "caen por dificultades sanitarias propias del ejemplar o por efecto de las altas temperaturas asociadas al asfalto y vereda que se calientan mucho, los comprimen y afectan de manera importante".
También se da el caso de caída de hojas "por falta de espacio para que las raíces del árbol crezcan libremente (por alguna capa subterránea impermeable cercana, tosca o piedra o arcilla), entonces el ejemplar se estresa y las hojas caen".
De todas formas, lo "habitual, es que algunas variedades comienzan a dejar caer sus hojas tempranamente, otros más tarde y otras son las últimas en quedar con hojas. No todos los ejemplares de la misma variedad se comportan de la misma manera, pero en general cumplen el mismo patrón, dependiendo de su estado sanitario, vigor, edad, competencia con otros árboles, exposición a la luz, espacio para crecer, exposición al viento, historia de dificultades, etc".
No adelantar la poda
Cuando se acerca la época de la caída de las hojas de los árboles, los especialistas se preocupan por una práctica muy habitual pero que les hace mucho mal a los árboles. "Es algo con lo que luchamos cada año. Mucha gente poda cuando comienzan a caer las hojas para no estar lidiando a diario con el barrido, práctica que le hace mucho daño a las plantas" indicó Battocletti. En ese sentido insistió en que "en otoño, cuando la planta deja de crecer, comienza a acumular reservas para la brotación del próximo año. Cuando se le quitan brutalmente las hojas de un momento para otro y cuando aún están verdes, lo que se logra es disminuir las reservas del año próximo, por lo cual la planta baja sus defensas y queda propensa a enfermarse. Cuando esta práctica se repite cada año el árbol no solo se enferma sino que tarda en recuperarse y finalmente muere".
Por eso recordó que, para podar, hay que aguardar hasta que el árbol haya perdido, por lo menos, el 50% de su follaje. En ese tema, no hay un calendario teórico. Es cuestión de observar cada árbol y respetar su tiempo natural. "Hay que tener en cuenta que cada especie tiene sus particularidades, por lo que en algunos casos, se podrá empezar a podar en mayo, pero en otros, habrá que esperar hasta julio o agosto" indicó el especialista.
Por su parte, el ingeniero Alfredo Antoniucci, expresó que "los arboles y arbustos adultos, de hoja caduca están tirando sus hojas para defenderse de la deshidratación producto de la sequía que estamos sufriendo en el sudeste de la provincia".
En ese sentido indicó, además, que "las altas temperaturas de las últimas semanas hacen hacen que hasta el césped este sufriendo, en algunos casos prácticamente desapareciendo".
Por último Antoniucci señaló que "en esta situación queda en evidencia la importancia del arbolado para refrescar y protegernos de las altas temperaturas".