Tras varios meses de gestiones para conseguir la habilitación municipal, finalmente abrió sus puertas en la ciudad una nueva sucursal de la Cooperativa Obrera. Se trata de un supermercado ubicado en la esquina de la avenida Constitución y Monte Carballo.

La inversión, que generó la creación de 40 puestos nuevos de trabajo, asciende a 15 millones de pesos. El local comercial está dividido y cuenta con dos entradas diferentes: tiene 600 metros cuadrados -el máximo permitido por la Comuna- dedicados al funcionamiento del supermercado y otros 300 a la venta de artículos para el hogar.

"Mar del Plata es una ciudad que nos interesaba mucho para invertir. Buscamos recuperar una plaza donde el cooperativismo de consumo se había perdido", dijo a LA CAPITAL la presidenta de la cooperativa, Mónica Giambelluca, acompañada por el gerente general Rodolfo Zoppi, el subgerente Héctor Jacquet y el gerente de Cultura y Acción Comunitaria, Enrique Moreno. "Somos una cadena que apunta a revalorizar los tiempos de compra de los clientes, que busca prestar el mejor servicio posible y que trata de estar siempre cerca de la gente", explicó Giambelluca.

La cooperativa, que nació en 1920 en Bahía Blanca con el objetivo de producir pan para abaratar el precio del producto, tiene 100 sucursales en 45 ciudades de cuatro provincias (Buenos Aires, Neuquén, Río Negro y La Pampa). Y tiene, además, más de un millón cien mil asociados.

"El balance es excepcional en estos pocos días que llevamos abiertos, ya que asistió mucho público y hemos obtenido 6.000 asociados. En la sucursal que abrimos hace un año tenemos otros 18.000. La gente demuestra mucho interés en nuestra propuesta", afirmó Giambelluca.

En la misma línea, Moreno se mostró satisfecho por la respuesta de los clientes. "Nuestro capital más importante es la gente que se suma a la cooperativa como una empresa social. Brindamos actividades sociales para estar en contacto con la población", sostuvo.

Por su parte, Zoppi destacó el crecimiento que tuvo la cooperativa en las últimas décadas. Y no descartó abrir otra sucursal en la ciudad, aunque no habló de plazos. "Lo importante para la cooperativa es que no solamente se la vea como una cadena de supermercados, porque en definitiva nuestros productos son similares a los de la competencia. La diferencia es la naturaleza de la prestación del servicio", señaló. Y enseguida agregó: "Nuestra empresa es de los propios consumidores. Cada vez que ellos entran a la cooperativa, dejan de ser clientes y pasan a ser los dueños. En la medida que tengan vocación de participación, son artífices del propio desarrollo de las actividades económicas, culturales y sociales".

Para lograr la habilitación de su segunda sucursal en Mar del Plata, la cooperativa debió cumplir con una serie de requisitos, muchos de los cuales forman parte de la ordenanza que regula la radicación de grandes superficies comerciales. El nuevo local, que se suma al que ya existe en la esquina de Edison y Fortunato de la Plaza, se encuentra emplazado en un predio en el que funcionó una estación de servicio. Por ese motivo la empresa tuvo que presentar ante la Municipalidad un certificado expedido por la Secretaría de Energía. Ese informe demostró que el suelo del terreno no está contaminado por restos de hidrocarburos.

Además, la cooperativa debió realizar algunas modificaciones en la disposición física del edificio. Puntualmente toda la cartelería tuvo que ser adecuada al nuevo Código de Publicidad. Pero no sólo eso: la empresa también construyó dos entradas completamente independientes para el supermercado y para el local de artículos para el hogar, ya que ambas unidades de negocio tenían originalmente un mismo ingreso.

Así, la cooperativa se ajustó a varias de las disposiciones de la ordenanza que regula la radicación de mini, maxi, super e hipermercados en el partido de General Pueyrredon, vigente desde 2008.