Las exportaciones locales cayeron más de un 50% con respecto al año pasado como consecuencia de los paros en el puerto. La venta de autos cero kilómetro bajó casi un 12% en junio en relación al mismo mes de 2011. Y las operaciones en el mercado inmobiliario disminuyeron fuertemente por las restricciones al dólar. Los datos son elocuentes: el freno de la actividad económica se empezó a sentir con fuerza en Mar del Plata.

Los analistas atribuyen la desaceleración de la economía a la crisis internacional. Pero también consideran desacertadas dos medidas adoptadas por el Gobierno nacional: la restricción a las importaciones y el control del mercado de cambio.

La actividad económica cayó 0,5% en mayo respecto a igual mes del año pasado, lo que representa la primera baja en 33 meses, según el Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos). Con el resultado de mayo, el PBI muestra una suba de 3%, profundizando la desaceleración que se inició en diciembre de 2011. La economía no mostraba una disminución interanual desde julio de 2009 cuando había tenido un freno del 1,5% contra el mismo mes de 2008.

La caída de las exportaciones locales en mayo responde especialmente a la reducción interanual de más del 50% de las exportaciones de pescado, como consecuencia principalmente de los conflictos sindicales internos registrados en el puerto.

Además, en mayo se produjo una contracción de 8,8% en la construcción, que se constituyó en la mayor baja del ciclo histórico. Este cuadro está directamente ligado con la decisión del Gobierno nacional de prohibir la venta de dólares, moneda en la que habitualmente se realizan las transacciones inmobiliarias.

El panorama tampoco es alentador en los comercios minoristas: las ventas cayeron en junio 6,8% respecto del mismo mes de 2011 y cerraron el primer semestre del año con una baja de 1,9% interanual. De los 22 rubros que componen la canasta minorista, todos verificaron retracciones en la comparación interanual. La baja más pronunciada se vio en el rubro "Inmobiliarias", con una caída de 33,4% anual, por efecto de las mayores restricciones a la compra de divisas que desaceleraron las operaciones de compra y venta. Con la ampliación de la brecha entre el dólar paralelo y el oficial, el panorama inmobiliario se complicó más. Así, las operaciones siguen en picada.

Hay otros factores que están obstaculizando la actividad. Además del menor acceso a la compra de divisas, en las inmobiliarias ven una desaceleración de la economía en general, de todo el aparato productivo.

En los primeros cuatro meses del año, para el Indec el crecimiento habría sido del 4%, menos de la mitad del 9% que registraba en el último trimestre de 2011, cuando se quebró la tendencia al alza.