Juan Pablo Parra tiene 34 años y estudia el último año en el Centro de Recursos Informáticos (CRI) donde se recibirá como Técnico Superior en Análisis de Sistemas. Luis Alejandro Mella tiene 25 y comparte el espacio de formación.

Vanina Martínez y Germán Lasso también forman parte del grupo de estudios de donde surgió la idea de poder tener un espacio desde donde poder ayudar a los demás en lo que para ellos es una pasión: la informática y la computación.

?Siempre pensamos en ayudar a los demás y creo que la mejor forma de hacerlo era con algo en lo que estábamos capacitados?, dice Juan Pablo.

Surgió la idea y enseguida le dieron forma a la Asociación Marplatense de Informática con Fines Sociales. Con el nombre lo definían todo. En febrero presentaron la documentación en la Dirección Provincial de Personas Jurídicas y esperan por estos días la confirmación de la personería.

?Esta demora de los trámites nos bajoneó un poco pero confiamos en poder tenerla pronto como para trabajar ya de una manera más institucional?, agrega Mella.

La propósito principal de la entidad es brindar soluciones informáticas a organizaciones sin fines de lucro. Un trabajo en red para contribuir a que las instituciones mejoren sus servicios desde este eje.

?Hemos hecho un relevamiento con un grupo pequeño de organizaciones y en todas notamos falencias vinculadas con el área informática y de computación?, completa Vanina Martínez.

Es lógico que las organizaciones pongan el foco en los servicios prioritarios de su razón de ser y descuiden aspectos secundarios como la renovación de programas informáticos, equipos, diseño de páginas web.

?Nos encontramos con un panorama similar. Como que estas cuestiones pasan a un segundo plano y nosotros creemos que adecuando y amigándose con la tecnología podrían incluso ampliar sus posibilidades de servicio solidario y llegar a más gente que quizás no conoce a la institución y la descubre a través de internet?, explica Parra.

Desde la Asociación Marplatense de Informática con Fines Sociales pueden colaborar con las organizaciones de la sociedad civil en varios aspectos: diseñar sitios web, como mencionaba Juan Pablo, pero también cosas más sencillas, como reparar equipos, ensamblado, armado y mantenimiento de redes, análisis de sistemas.

?También podemos crear programas sencillos que sirvan para el manejo diario de la institución. Es cuestión de conversar con los dirigentes de cada ONG, escuchar

sus necesidades y trabajar para que logren sus objetivos?, revela Germán Lasso.

Por ahora los jóvenes estudiantes que conforman la Asociación no tienen sede propia. Si bien es una utopía porque desean poder brindar cursos de capacitación, por ahora lo importante es visitar otras instituciones y prestar sus servicios como visitantes.

?Los cursos los podemos brindar en sociedades de fomento o centros de jubilados. Por ahora tenemos tiempo y muchas ganas. Esos son nuestros principales recursos?, termina diciendo Parra. Recursos que cuando se ponen a disposición de los demás, cobran mucho más valor.