La pesquería de merluza se está sosteniendo con juveniles
"Hay que empezar a pensar en la pesca como una actividad que necesitamos mantener en el largo plazo y eso implica el aspecto ambiental, pero también el social, el económico y el político", aseguró el biólogo Guillermo Cañete.
La cuestión ambiental se mezcla con la económica, la social y la política en el conflicto pesquero. Si bien el lamentable parate por los reclamos salariales que signaron el puerto en los últimos meses redundó en un beneficio para el recurso, la realidad es que no se ha recuperado la merluza en su estructura.
"Si uno piensa que tenemos un área de veda de merluza gigantesca, que se supone que hay algunas medidas de control y que deberían usarse mecanismos de selectividad, pero con el correr del tiempo la merluza no se ha recuperado, quiere decir que algo está pasando. Y lo que está pasando es que hay demasiados barcos pescando" entendió el biólogo Guillermo Cañete, responsable del Programa Marino de Fundación Vida Silvestre Argentina.
"Hay que empezar a pensar en la pesca como una actividad que necesitamos mantener en el largo plazo y eso implica el aspecto ambiental, pero también el social, el económico y el político" aseguró el especialista, quién resumiendo la compleja situación del sector y teniendo en cuenta que nadie quiere un paro de actividades ni protestas y quema de gomas para que mejore la situación del recurso, pero también reconociendo que sin recurso no hay actividad.
"La merluza no se ha recuperado aún en su estructura. Puede ser que en este momento tengamos una abundancia (biomasa) muy grande, pero aún llena de juveniles. Si no pescáramos por uno o dos años esos juveniles crecen y eso quiere decir que va a haber una proporción mucho mayor de individuos de 3 y 4 años y, más aún, porque las mejores reproductoras son las hembras de mayor edad. La relación es que una hembra juvenil, en su primer puesta quizás pone 500 mil huevos en cambio una adulta de 6 años pone 5 millones de huevos" explicó el biólogo.
"En este momento, con juveniles, pescado hay. El negocio está armado para procesar juveniles de 29 centímetros a 35 centímetros, que deja un margen de ejemplares que no pueden perder los empresarios, porque sino baja la disponibilidad de recursos. Por lo tanto acá hay otros factores que están interviniendo" agregó.
De todas maneras advirtió que "no le dejamos recuperar la estructura natural al recurso y eso implica que estamos permanentemente en el filo de la navaja. Si viene un año malo de temperaturas que afecten la reproducción o la supervivencia de larvas en las áreas donde están concentradas, de pronto, el reclutamiento va a ser bajísimo".
Si no se piensa a largo plazo, "lo que pasa es que van a ir a pedir al gobierno, al estado y a los ciudadanos, que somos los titulares de ese patrimonio, plata para resolver el desastre que hicieron" consideró.
De esto indicó que "hay responsabilidades diferenciales" y la máxima es "de los sucesivos gobiernos que tendrían que haber hecho algo" pero también "de las empresas, los capitanes y los marineros que algo también tienen que hacer para entender que eso que están tirando hoy porque no tiene valor comercial es lo que, en un año, va a duplicar el peso y deberían cuidarlo, porque también están cuidando su trabajo. Los pescadores son los primeros que se dan cuenta cuando no hay pescado suficiente".
Por eso Cañete aseguró que "hay que hacer un plan de emergencia y hay que adecuar la industria a la capacidad real del recurso, en forma planificada, programada y teniendo en cuenta los intereses de los más débiles".
En ese contexto apuntó que "están las estrategias y las políticas para que esto suceda, para que se mantenga el equilibrio pero no se están utilizando".
"Nosotros estamos impulsando que se abra el espacio de discusión que se proponga salir del corto plazo y se empiece a pensar un poco más allá.
En cuanto al aspecto social, aseveró que "hay que rescatar el derecho de los trabajadores de pedir por su salario, pero si pensamos que desde hace años está la misma problemática y no se ha resuelto, demuestra que quizás no hay una voluntad muy fuerte de resolverlo y la realidad es que hay mucha gente que no tiene ningún ingreso, la situación es difícil conflictiva y eso es alimentar una caldera".