Se celebra hoy en nuestro país el Día del Nutricionista, en conmemoración del nacimiento del doctor Pedro Escudero, médico argentino, pionero en la especialidad.

En ese marco, nutricionistas integrantes del Colegio de Licenciados en Nutrición, Nutricionistas y Nutricionistas-Dietistas de la provincia de Buenos Aires con sede en la ciudad de La Plata y del Grupo Salud, Educación y Nutrición (SEN) de nuestra ciudad, compartieron su experiencia y visión de la profesión.

Las licenciadas Romina Di Marco, María Paula Peláez, Andrea Dirr, Mónica Correa y Valeria Dilosa, destacaron que la nutrición debe ser la adecuada en todas las etapas de la vida y su trabajo es acompañar el proceso de alimentación de los pacientes de manera personalizada.

En ese marco, Dirr hizo referencia a la primera etapa, la infancia, señalando que en ese momento la nutrición "está directamente relacionada con las características del crecimiento y desarrollo del niño".

"En los primeros seis meses pensamos en la lactancia materna como el alimento perfecto, pero el inicio de la alimentación complementaria es una experiencia trascendental tanto desde lo nutricional como emocional porque la alimentación está ligada directamente a los afectos y a la transmisión de la cultura alimentaria de cada familia, que dejará una impronta en el niño", apuntó.

"El asesoramiento en esta etapa permite comprender, por ejemplo, el rechazo a ciertos alimentos, qué actitud se debe tomar frente a esto, o saber también que las fluctuaciones del apetito en los chicos son totalmente normales, o cual es el tamaño de las porciones acordes a cada edad", señaló.

Dir indicó que "saber qué alimentos ofrecer" es importante "no sólo para que las necesidades nutricionales estén cubiertas" sino también "para formar hábitos alimentarios saludables que puedan perdurar en el tiempo".

La licenciada Peláez, en tanto, hizo referencia a otro aspecto, fundamental, pero no tan difundido: la relación de la alimentación con la salud bucal.

"El alto consumo de azúcar en la dieta favorece el desarrollo de caries dentales de dos maneras: por un lado, la sola presencia de azúcar en la boca produce la acidificación de la saliva. Este ambiente ácido provoca la pérdida de minerales presentes en el esmalte, debilitando al diente y favoreciendo la formación de caries. Por otro lado, el azúcar que incorporamos en nuestra alimentación, es el sustrato o 'alimento' para las bacterias que forman la llamada ?placa bacteriana?. Estas bacterias, a partir de los glúcidos, producen ácidos que desmineralizan el esmalte y producen la cavidad de caries", explicó.

Por eso "el consumo de alimentos ricos en azúcar y almidón, como golosinas, bebidas azucaradas, galletitas, tortas o facturas y papas fritas de copetín, entre otros, favorecen el desarrollo de bacterias cariogénicas y la acidificación de la boca". En este sentido, la frecuencia de las comidas, aumentan el riesgo de padecer caries dental. "Sobre todo el denominado 'picoteo' constante fuera de las comidas principales acelera el metabolismo de las bacterias y cuanto más tiempo permanezcan en la boca los alimentos, mayor será la posibilidad de reproducción bacteriana". En ese contexto "se ha observado que las personas que consumen alimentos durante diferentes momentos del día, no presentan hábitos de cepillado frecuentes. Por ello, se recomienda ingerir alimentos sólo en las comidas principales y luego higienizar los dientes con una adecuada técnica de cepillado", explicó.

En Mar del Plata, desde hace ocho años se desarrolla el programa ?Red de Sonrisitas? con la misión de impulsar una propuesta integradora en hábitos saludables en todos los jardines y escuelas municipales. Para ello, cuenta con el apoyo de las secretarías municipales de Educación y Cultura, entre otras instituciones de renombre con la Universidad local. Articuladamente desarrollan diferentes actividades que promueven hábitos saludables.

Di Marco y Correa comparten la pasión por la investigación y por el acompañamiento de la nutrición en la tercera edad. Di Marco, quien también se especializa en educación diabetológica se formó en Gerontología en diferentes universidades, del país y del exterior. "Mar del Plata es una ciudad envejecida, el 4° polo de atracción de adultos mayores de Latinoamérica", destacó.

"Sostengo que la nutrición, como profesión, tiene mucho aún para dar y creo que luego del grado es importante la capacitación con tendencia a áreas específicas, porque como disciplina básicamente estudia al ser humano como persona (también estudiamos al alimento), inmerso en un contexto, que modela sus patrones alimentarios, culturales y formas de enfermar", definió.

En tanto Correa, quien ejerce su profesión en la localidad de Santa Teresita (Partido de La Costa), destacó que "el área que más me apasiona es la investigación, específicamente en adultos mayores". De todas formas, en su lugar de residencia, se desempeña en otras áreas, como la docencia, nutrición de residentes geriátricos, capacitación y asesoría a empresas de alimentos, charlas a la comunidad, participación en micros de nutrición en radio y en trabajos de investigación.

La licenciada Dilosa, en tanto, pudo unir sus dos pasiones en un solo trabajo: la organización de eventos.

"Ser licenciada en nutrición no sólo me abrió las puertas en el área de la educación, la salud, la discapacidad y el deporte sino que también me dio las herramientas necesarias como son la organización, la planificación y la comunicación para la organización de eventos y ambientaciones. Como nutricionistas sabemos que la primera regla que debemos cumplir para que se produzca un verdadero cambio en la alimentación de cualquier persona es conocer su vida, sus hábitos, su entorno, su familia, su trabajo, como así también sus gustos y pasatiempos, en definitiva la personalización de su alimentación es indispensable para lograr los objetivos nutricionales propuestos", señaló. Esas herramientas son válidas a la hora de elegir los menúes para los eventos y también todos los demás detalles.