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30-07-2011

Perla Carlino, locutora

Cada noche, desde la radio, acompaña a miles y miles de almas. Amante y seguidora de la tradición campera, logró unir sus dos pasiones.

La dueña de la voz nocturna del eter nació en Rosario hace 62 años y llegó a la ciudad a principios de los '70. Después de cursar sus estudios primarios, y mientras terminaba el secundario, descubrió su vocación y hasta el día de hoy se desempeña como locutora con dos programas en LU6 Emisora Atlántica: "Brillando en la noche", todos los días de 0 a 5, y "Abriendo la tranquera", de 5 a 6, los sábados extendiéndose una hora más.

"Yo estaba en LT9 Radio Santa Fe -relata- pero había finalizado la licencia y el Comfer me designó para preparar el cuerpo de locutores de LT 28 Radio Rafaela. Estábamos que no sabíamos qué iba a pasar y surgió la posibilidad de trabajar en Mar del Plata".

Ante la incertidumbre laboral, en ese entonces, se contactó con Vicente Chumilla (el padre de Silvia), a quien "conocía telefónicamente por el trabajo, pero nunca nos habíamos visto, y le conté mi situación laboral. Yo me quería ir a Radio Patagonia, pero él me dijo que no, que recién casada como estaba nos recomendó venir para acá, que se necesitaban voces en LU6", recuerda.

Así fue como con su flamante marido recalaron en estas costas, en 1970, y el 1 de diciembre de ese año comenzó a trabajar en la radio en la que se sigue desempeñando hasta hoy.

"No había locutores en mi familia -explica- y yo escuchaba la radio, pero de manera normal, pero pasó que trabajaba en una red de altoparlantes -como sería hoy las FM, en Santo Tomé-, mientras estaba terminando el secundario, porque otra posibilidad no tenía, mi mamá era viuda".

En esa situación estaba cuando "un día, el dueño del diario oral me avisó que necesitaban voces en LT9, pero yo pensé 'qué voy a ir', y al final me llevó mi hermano. Había cola de la cantidad de gente y la prueba había que darla delante de las voces más famosas de Santa Fe. Me tomaron la prueba, que era leer un diario, y a los 15 días me avisaron que me habían tomado", rememora.

Como "no tenía ni carnet, ni nada, empecé a trabajar sin salir al aire. Y a los 3 meses rendimos para el carnet transitorio, cubríamos un turno pero no salíamos al aire", señala. Y luego continuó con un programa que se llamaba "Viajando por LT9", que iba en horario nocturno. Así empezó con las aventuras de noche en la radio.

La Feliz

Cuando Perla llegó a Mar del Plata, LU6 funcionaba en el piso 14 del Banco Provincia, "entre las nubes", define, y así fue como comenzó a trabajar con Julio Ranel, Francisco "Pocho" Giordano, los que "me ayudaron siempre", reconoce.

Asimismo, rememora que "la primera tanda comercial la hice con (Sergio) Velasco Ferrero", y trabajaba de 17 a 22 en una época en "que se usaban las voces sensuales. Luego empecé a la 1 de la mañana, con 'Viviendo la noche', programa de una confitería de la avenida Constitución", reseña.

Así fue que comenzó a llenar las horas de madrugada en el eter local, ya que "siempre trabajé a la noche. Después también estuve en otros programas, trabajé una época al mediodía, pero cuando (Florencio) Aldrey compró la radio me llamó y me dijo que quería que siga a la noche". Y allí continúa con dos programas diarios.

En cuanto a su faceta tradicionalista, explica que la tiene porque "prácticamente nací en el campo. Mis abuelos maternos tenían estancia en el cantón de Zárate, así que terminaba las clases y mi mamá estaba esperándome con la valija para irme a la casa de mis abuelos: mi abuela árabe y mi abuelo gallego".

Tradición

Una vez instalada en Mar del Plata, conoció "al Vasco Giménez y con esa bondad tremenda de él me fui encausando en todo esto. Siempre me gustó el folclore, la doma, lo tradicional", cuenta.

Asimismo, dice que con los años se acostumbró a "ser noctámbula, ya me acostumbré. Duermo poco, cuando duermo, pero lo pagas con la salud". Sin embargo, gracias a ese trabajo nocturno "pude criar a mis hijos, ocuparme yo, trabajé de noche por ellos", relata.

Además de los dos programas radiales, viaja mucho con los encuentros de payadores, domas, jineteadas y todo lo relacionado con los festejos de la tradición. "Todo gracias a la radio que se escucha", reconoce.

Entre recuerdos de casetes, de libretos radiales, de premios y demás, la locutora cuenta que le lleva "entre 5 y 6 horas armar el programa" y asegura que la forma de trabajar fue cambiando con el tiempo: "El otro día contaba que antes -explica- trabajábamos con libreto, había que presentarlo 24 horas antes, así lo corregían. Ahora es pura espontaneidad. Yo utilizo las dos cosas, no hago libreto pero voy con las cosas armadas, uso todo el material que tengo. Después improvisás, son muchas horas".

Con el tiempo, en lo laboral, logró unir las dos pasiones: la radio y lo tradicionalista. "Es impresionante lo que se escucha la radio -parece asombrarse todavía-. Conocés a gente que te escucha, me pasa mucho. Por ejemplo, una vez en La Pampa veía que un paisano me miraba y dale, hasta que el hombre me dijo que me tenía que pedir un favor: su mujer había tenido familia hacía 15 días y su única compañía había sido yo, entonces me pidió que la vaya a conocer. No sabés lo que era el rancho, una tapera, pero me emocionó mucho".

En tren de contar anécdotas, un tanto emocionada, relata que otra vez, en Roque Sáenz Peña, "tres paisanitos, que vivían en El Impenetrable, me dijeron que la única compañía, su único contacto con el exterior, era mi voz a la noche. Son cosas que no las podés olvidar".

Otra de las cuestiones frecuentes son "los pedidos, de todo tipo y color. Pero se logran cosas, mirá, por ejemplo, lo de 'Con amor al aborigen', el pasillo de la radio se llena de cosas, comestibles, ropa, es gente que utiliza sus vacaciones para ayudar. Todo eso lo hace la gente de Mar del Plata y la radio. Nosotros no somos nada, estamos entre el oyente y la necesidad, somos una conjunción. A mí me ha marcado mucho eso. Y mis abuelos maternos, fueron fundamentales".

Acerca de si se considera pasional o racional, asegura que "normal, ni una cosa ni la otra. Tengo pasión por esto que hago, indudablemente es mi vocación, siempre lo fue. En la balanza de la vida siempre digo que tengo la familia y la radio, tengo las dos cosas igual. He tratado de cumplir con las dos cosas igual. Estoy orgullosa de mis hijos, le agradezco todos los días a Dios por eso".