Poco o nada queda de la Mar del Plata de la década del '20, la ciudad que vio nacer a Astor Piazzolla. Sin embargo, como testimonios de una historia de vida que luego se volvió universal, subsisten al cambio urbano algunos sitios por los que anduvo un joven Astor Pantaleón, cuando su creatividad aún no se había manifestado, y más tarde, convertido en reconocido artista.

En el terreno de las interpretaciones queda saber cuánto influyó esta ciudad, en la que vivió dos veces de manera fragmentada y a la que visitó en su apogeo creativo tiempo después, en el desarrollo de su magnifica obra musical.

Hoy, detrás de las fachadas de algunas viejas casonas, detrás de muros añejos y hasta de piedras descoloridas por la acumulación de calendarios, es posible reconstruir el vínculo físico del compositor con Mar del Plata, una relación que en el imaginario colectivo local no fue entrañable, a pesar de que el mismo Astor se encargó varias veces -en testimonios grabados en video- de mencionar las virtudes y el amor por este lugar, en el que también nacieron sus padres Vicente Piazzolla ("Nonino") y Asunta Manetti ("Nonina").

Recientemente, el Emtur organizó una visita guiada por los sitios marplatenses que tuvieron que ver con la historia del creador de "Libertango", dentro de las actividades que incluye el programa del Mes "Piazzolla Marplatense", organizado en conjunto con la Fundación Astor Piazzolla.

El city tour estuvo a cargo de Samanta Cangros, Gabriela Rodríguez Bauzada y Fabiana Giordano, las tres integrantes del departamento de Asistencia al Turismo del mismo Emtur.

El comienzo

El recorrido comenzó por el principio, es decir, por el espacio en el que nació, un 11 de marzo de 1921. En Rivadavia 2527, donde hoy se levanta un centro comercial, arrancó la vida del compositor. Dos placas recuerdan este hecho: una, de bronce, fue colocada en 1996, cuando Astor hubiera cumplido 75 años, la otra, de mármol, fue colgada en 2009 en un nuevo aniversario de su nacimiento.

La mutación arquitectónica arrasó con la fachada del hogar de los Piazzolla. Sin embargo, frente a esta dirección, siempre por la calle Rivadavia, es posible observar una edificación de dos plantas de similar aspecto que la que habitó el pequeño, antes de que sus padres tomaran la decisión de partir rumbo a Nueva York y probar suerte allí.

Vivió sus primeros cuatro años en el interior de una edificación de dos pisos, con balcones y columnas: en la planta baja se ubicaban los locales comerciales, en la alta la vivienda de las familias.

Antes de llegar a este sitio, las guías hacen mención del teatro Odeón (actual teatro Enrique Carreras) donde un joven Vicente Piazzolla asistió al espectáculo que Carlos Gardel ofreció en esa sala en 1922. No asistió solo: lo hizo junto a su pequeño hijo Astor, entonces de un año, quien más tarde trabaría contacto directo con el gran Gardel.

Antes de que la familia Piazzolla se mudara a Estados Unidos y se instalara en plena comunidad italiana neoyorquina, Asunta y Vicente decidieron bautizarlo, hecho que se realizó en el Bautisterio de la Catedral local, otro sitio en el que se puede rastrear parte de su historia.

Regreso

A los 9 años, Astor regresó junto a los suyos a Mar del Plata. Dejó en el hemisferio Norte un pasado algo violento como miembro de pandillas de inmigrantes. Entonces, guardaba para sí el bandoneón que su papá le regaló a los seis años.

Pero la crisis de la Argentina -las secuelas de la gran depresión de los años '30- hicieron fracasar el emprendimiento económico que los Piazzolla realizaron en Mar del Plata: habían puesto una peluquería en la esquina de Moreno e Independencia.

A pocas cuadras, en Bolívar y Salta, en lo que fue la Academia Dans y hoy es el colegio Antártida Argentina, Astor cursó tercer grado de la escuela primaria.

Tras la experiencia como peluquero, Vicente decidió nuevamente regresar a New York.

Astor tendría que esperar hasta los 16 años para que se reanudara su vínculo con Mar del Plata. A esa edad lo conoció al músico Luis Savastano, que vivía en el 3431 de la calle Rivadavia, una casona que se mantiene fiel a la de aquellos días.

Savastano era un pianista y compositor que tenía una orquesta, la primera formación en la que participó el joven Astor. Allí ingresó, en principio, para reemplazar a uno de los bandoneonistas de la formación marplatense.

Para ese momento, Piazzolla empezaba a desandar su destino de músico: ya había tomado clases de música clásica, de bandoneón y también había conocido a Carlos Gardel (famosa es la anécdota en la que aparece en la película "El día que me quieras", filmada en Estados Unidos). Y si no fuera por la negativa de su padre, casi se embarca en la gira fatal que llevo al "Zorzal Criollo" a Medellín, Colombia.

En el Muelle de los Pescadores, en Punta Iglesia, un joven Astor escuchaba a la orquesta de Miguel Calo, que solía tocar en la confitería Porta ubicada en su interior. Más tarde, se presentó allí con su primer cuarteto.

En la plaza Mitre

En la Plaza Mitre radica otra parte de la historia de Piazzolla. Gran parte de la forestación de este espacio verde fue realizado por la familia Manetti, ya que los abuelos maternos del músico tenían una quinta en la zona y, de acuerdo a una disposición municipal de entonces, tuvieron que forestar la plaza y cuidar la vegetación junto con otras familias radicadas en las cercanías del lugar.

En esa misma zona, en Colón y San Luis, los hermanos Manetti -hermanos de Asunta- instalaron una bicicletería.

Despegue

La participación de Piazzolla en la orquesta de Savastano significó el empuje para que se instalara en Buenos Aires, ciudad en la que conoció a Aníbal Troilo y en la que siguió perfeccionándose junto a Alberto Ginastera.

Otra huella de su paso por esta ciudad, se encuentra en la fachada de una casa ubicada en la cercanías del barrio de la ex terminal de ómnibus, en las direcciones de Alberti 1561 y 1551, casi Alsina. Allí su padre instaló un bar que llamó "New York".

Hoy el bar se convirtió en un restaurante. Sin embargo, Astor talló, ya adulto, el nombre de su hija "Diana" en las paredes de esa casa. La pequeña cursaba una enfermedad de la que le costaba recuperarse y el grabado de su nombre en el muro supuso todo un símbolo para la vitalidad de la niña, hoy convertida en escritora.

Cabe señalar que la visita guiada concluye con un video que los asistentes observan en el centro cultural Osvaldo Soriano. Incluye postales familiares y una entrevista al músico en la que se refiere al mar y a Mar del Plata.

Aunque el city tour no lo incluyó esta vez en el recorrido, también en el cementerio de la Loma hay parte de la historia de los Piazzolla. En el interior de una bóveda carente de mantenimiento, con puertas de cedro vencidas por el sol y ventanas sin pintura yacen los restos de Vicente, que murió en 1959, y de Asunta, que partió en la década del '80.

Los restos de Astor, en tanto, no se encuentran aquí, sino en el cementerio Jardín de Paz, en la localidad de Pilar, a pesar de que, dicen, era voluntad del músico descansar en la tierra que lo vio nacer.

Siguen las visitas

Las visitas guiadas por donde pasó Astor Piazzolla, que organiza el Emtur, continuarán mañana miércoles y el 22 y 24 de este mes. Los interesados tendrán que inscribirse personalmente en la Oficina de Informes ubicada en el Boulevard Marítimo 2267, local 51, desde las 8 y hasta las 20. También es posible anotarse en Belgrano 2740 o al teléfono 495-1777.