Piden respuestas por deficiencias de obra en viviendas sociales
Muchas de las construcciones no tienen ni calefón ni termotanque * Tampoco está terminada la conexión de gas * El agua entra por pisos, paredes y techos * Los vecinos pierden muebles, ropa y aducen consecuencias sobre la salud * Y se quejan de que nadie l
Las vecinas de la zona de Chilavert, Chilavert Bis y Rauch, en el sector comprendido entre Alvarado y Juan B. Justo ya no saben qué más hacer. Hace poco más de un año les entregaron las viviendas del Plan Federal en el barrio Belisario Roldán y aún no han logrado que se resuelvan los problemas de humedad y filtraciones, que les arruinan permanentemente muebles y ropa. Tampoco tienen la conexión de gas ni el termotanque. Incluso denunciaron que "cuando entramos, las casas tenían calefón, a la semana vinieron los asistentes sociales, nos hicieron firmar un papel, se llevaron los calefones y nos dijeron que al otro día nos iban a traer los termotanques, pero no aparecieron más".
Si bien se supone que las construcciones tienen una garantía de un año, por cualquier problema que pueda presentarse, las vecinas aseguraron, en diálogo con este medio, que ante las numerosas y reiteradas quejas lo único que han conseguido es que "venga la arquitecta, saque fotos o ponga algún parche, diga que vuelve mañana y no la veamos más".
Virginia Bustos, Silvia Medina, María, Claudia y Andrea, junto a Graciela Herrera -de otro sector de las construcciones, también con numerosos problemas- se reunieron en la casa de Alejandra, para expresar su impotencia por los resultados nulos de cada gestión realizada e intentar llamar la atención sobre su problema.
La realidad que contaron las vecinas es desastrosa. "Tenemos filtraciones por el piso y el techo. Levantamos la cama, corremos los roperos y están verdes, con hongos, por la humedad. Por los techos y las paredes de los baños y la cocina también hay filtraciones. Cuando llueve, se nos moja todo" enumeraron las mujeres, lamentando que "hemos tenido que tirar ropa y muebles, porque se pudren por la humedad".
Las vecinas no saben qué empresa es la responsable de la construcción. "Dicen que es una empresa de Buenos Aires, que hizo todo rápido y desapareció", denunciaron.
Las quejas por los numerosos problemas los llevan a la Municipalidad. Pero tampoco encuentran respuesta. "Llegamos llorando un día de lluvia al área de control de obras públicas y el arquitecto que nos atendió nos dijo que estas casas fueron adjudicadas y aprobadas con material de segunda. No podemos vivir así, y cuando planteamos los problemas no lo toman en serio, nos dicen que no quieren saber nada de las casas de los planes, se ríen, nos toman el pelo" dijeron indignadas.
A esto se suma que "no podemos tocar nada". En ese sentido indicaron que la mayoría de las familias a las que les asignan casas del plan tienen varios hijos. "Las casas más grandes tienen dos habitaciones de 3 por 3. Una familia con 6 hijos necesita más espacio, pero si quiere construir otra habitación le cobran multa" lamentaron.
Afuera también hay problemas
Esas no son todas las irregularidades. Las vecinas coinciden en que "las casas están sobre un basural. No limpiaron el terreno antes de empezar la construcción y se ve porque de los alrededores nos la pasamos sacando bolsas, ropa rota y podrida". También denunciaron que "las calles son intransitables, no pasa el colectivo, no hay veredas, tenemos un vecino que se dializa tres veces por semana y la ambulancia no lo quiere venir a buscar porque no se puede pasar" continuaron enumerando.
"La mayoría de la gente a la que le han adjudicado la casa es porque tiene algún integrante con problemas de salud, hay muchos casos de gente asmática, que no puede vivir en estas condiciones" manifestaron las mujeres.
Si bien muchos no cumplen con el pago, quienes obtienen estas viviendas se comprometen a abonar 450 cuotas de 139 pesos por mes. Eso hace un total de 58.500 pesos por vivienda. "Yo lo estoy pagando, pero muchos no, porque las casas se vienen abajo y tienen razón, porque no lo valen" dijo una de las mujeres, quien aseguró que "con la lluvia mi hijo amaneció con la cama toda mojada por las goteras".
La falta de respuestas, la imposibilidad de encontrar alguien que las escuche e intente resolver el problema, llevó a las mujeres a cortar las calles del barrio, para llamar la atención sobre los problemas que tienen desde que ingresaron a las casas. Están cansadas de que las deriven de una a otra oficina y en ninguna obtienen respuesta. "Esto es discriminación, que sean casas de un plan social, que estemos acá porque no tenemos otra cosa, no quiere decir que nos tengan que dar cualquier cosa, porque al fin y al cabo tenemos ladrillos, pero seguimos viviendo en un rancho" aseveraron las mujeres, quienes resumieron que "vamos a seguir peleando".