La guardia del Hospital Materno Infantil está colapsada: se atienden 400 chicos por día y la demora en la sala de espera ronda, en promedio, las cuatro horas. Un dato: el 70 por ciento de los pacientes acude por una patología respiratoria.

"Tenemos mucha demanda, lo que genera amontonamiento y largas colas", admitió a LA CAPITAL el director asociado del hospital, Mauro Costantini. Y pidió a los padres que tengan hijos con alguno de los síntomas relacionados con la bronquiolitis que vayan a los centros de salud y no directamente al Materno. "Que la gente no venga por patologías banales, sólo debe hacerlo si es algo serio", remarcó.

El malhumor en la sala de espera es notorio. Se oyen fuertes quejas e insultos en los pasillos del hospital, donde la atención se encuentra desbordada. Los familiares de los pacientes destacan el esfuerzo de los médicos y enfermeros, pero dicen que el sistema está lejos de funcionar como corresponde.

"Hay que tener paciencia, no queda otra", se resigna Sebastián Cándore mientras espera que atiendan a su hijo de 2 años y comparte una ronda de mate con su mujer. Llevan más de 3 horas aguardando que los atienda un médico. La imagen se repite todos los días en la guardia del Materno.

"Las reacciones de la gente ante las demoras son variadas. Hubo casos en que algunos padres terminaron rompiendo vidrios. Es que no entienden cómo funciona el sistema. La recomendación es que en primer lugar vayan a las salitas de salud o que se atiendan con su médico de cabecera", aconsejó el doctor Costantini.

En la misma línea se pronunció el secretario de Salud de la Municipalidad, Alejandro Ferro, quien dijo que los centros de salud deben ser la primera instancia de atención de la bronquiolitis.

En lo que va del año ya se registraron mayor cantidad de casos de la enfermedad en relación al mismo período del 2009. Los médicos consideran que una de las principales causas del brote es el cambio de temperatura y estiman que el pico de la gripe se producirá en junio.

En el Materno dicen que no es conveniente amontonarse en la guardia porque la sala de espera se termina convirtiendo en una fuente de contagio. "Al juntarse muchos chicos en un mismo lugar, aumenta la posibilidad de contraer enfermedades", sostuvo Costantini.

En los primeros cinco meses del 2010 se vacunaron más de 2 mil personas en el hospital, entre el personal y los pacientes. Más del 70 por ciento de los chicos con enfermedades crónicas ya recibieron la inyección. "Así, se logró disminuir el grupo de riesgo", afirman los médicos.

Según comentan las autoridades sanitarias, la campaña de vacunación contra la gripe A continuará, al menos, hasta fines de agosto. También por estas horas se está aplicando la vacuna trivalente a los mayores de 65 años.

La bronquiolitis es una enfermedad común respiratoria, provocada por una infección viral que afecta los bronquios más pequeños denominados "bronquiolos", que llevan el aire a los pulmones. A medida que estas vías aéreas se inflaman, se obstruyen y se llenan de mucosidad, al chico afectado le cuesta respirar cada vez más.

Por lo general, la bronquiolitis se da en los dos primeros años de vida, con un mayor incidencia entre los 3 y los 6 meses. La concurrencia a centros para el cuidado de niños (guarderías) y la exposición el humo del cigarrillo también pueden aumentar las probabilidades de que un lactante contraiga la enfermedad.

La mayoría de los casos son leves y no requieren un tratamiento especial. Los antibióticos no son útiles, porque se trata de una infección viral. En algunos casos, se administran medicamentos parecidos a los que se usan en el asma para ayudar a abrir las vías aéreas del chico. Los corticoides orales o endovenosos no han demostrado ser efectivos y pueden resultar peligrosos.

Signos y síntomas

Los primeros síntomas de la bronquiolitis suelen ser iguales a los de un resfrío común: secreciones en la nariz y tos leve. En algunos casos, se desarrolla gradualmente una dificultad respiratoria más severa caracterizada por latidos cardíacos acelerados, hundimiento del cuello y el tórax con cada respiración, conocido como "retracciones" o "tiraje", aleteo de las fosas nasales e irritabilidad, con dificultad para comer y dormir.

Suele durar aproximadamente siete días, pero algunas veces la tos puede continuar durante semanas. Por lo general, la enfermedad llega a su pico en el segundo o tercer día después de que el chico comienza a toser y luego desaparece en forma gradual.