Postergar la paternidad, un riesgo que hay que tener en cuenta
Así como la calidad de los óvulos femeninos decae a partir de los 35 años, a esa misma edad comienza también a decrecer la fertilidad masculina.
LA PLATA (Corresponsal) - Un estudio conjunto realizado por Investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba y del Conicet, certificó que la fertilidad masculina decae después de los 50 años de edad, y que las primeras señales de alerta en relación con la calidad del semen, empiezan a manifestarse a partir de los 35.
Para llegar a esta conclusión, se estudiaron cerca de nueve mil muestras de semen masculino, cuyas edades oscilaban entre los 20 y los 59 años de edad y se logró determinar que al igual que lo que sucede con la calidad de óvulos femeninos, que disminuye gradualmente a partir de los 35 años, el semen de los hombres también sufre una merma con el paso del tiempo.
Para analizar la relación entre la edad y la calidad del semen, se analizaron 9168 muestras de donantes de ente 20 y 59 años, desde 1995 hasta 2004. Respecto de las mismas, la doctora Marta Fiol de Cuneo, profesora titular de la cátedra de Fisiología Humana de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC e investigadora independiente del Conicet, explicó que "para determinar la calidad seminal se cuantifican, de acuerdo a recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, diferentes parámetros que incluyen volumen seminal (cantidad de semen eyaculado, en mililitros), concentración de espermatozoides, esto es, número de espermatozoides por cada mililitro de semen eyaculado y movilidad de los espermatozoides que se cuantifica por el porcentaje de células que, al examen microscópico, se desplazan de manera rápida o lenta".
En esta evaluación también se tiene en cuenta el porcentaje de espermatozoides vivos, la morfología espermática (si su forma es normal o si exhiben distintas alteraciones ya sea en la cabeza, la cola o la pieza intermedia) y el tamaño de estas células.
La investigadora agregó además que "el volumen seminal, la cantidad total de espermatozoides y el porcentaje de células con forma normal, disminuyó de manera estadísticamente significativa a partir de los 50 años; los porcentajes de espermatozoides móviles decaen a partir de los 35 años y después de esa edad, se incrementa además el porcentaje de espermatozoides muertos".
El estudio de la calidad seminal es una herramienta muy utilizada, aunque no la única, para evaluar la posible capacidad fertilizante de un individuo. Al respecto, Fiol aseguró que "la disminución de parámetros tales como volumen seminal, cantidad total de espermatozoides eyaculados, motilidad espermática, células con morfología normal y aumento de espermatozoides muertos, serían indicadores de que a mayor edad, ocurre una disminución en la capacidad fertilizante. Sin embargo no es posible señalar con certeza cuales sujetos van a ser capaces de fecundar".
Finalmente y haciendo referencia las consecuencias que pueden inferirse de los datos arrojados por la investigación, la investigadora reflexionó que "aquellas parejas que deseen postergar su paternidad, deben ser advertidas acerca de este riesgo".