MIRAMAR (Corresponsal).- El receso de Semana Santa dejó sensaciones placenteras en Miramar ya que, por un lado, gran cantidad de turistas, principalmente de Capital Federal, el Gran Buenos Aires y la zona se acercaron hacia esta ciudad tentados por sus características óptimas para disfrutar en familia y también debido a la enorme cantidad de eventos, especialmente culturales que pudieron disfrutarse durante cuatro días.

Finalmente y como estaba pautado, pese a algunos contratiempos lógicos de una obra de tamaña magnitud, pudo concretarse el "huevo de Pascua gigante", elaborado por el reconocido chef y repostero Hugo Sosa, que contó con la ayuda de estudiantes de gastronomía, además de jóvenes y adultos que también aportaron muchas horas de trabajo para lograr esta estructura de unos 500 kilogramos y 5 metros de altura.

Tras 10 días finalmente ayer fue expuesto en su totalidad, en la carpa ubicada sobre avenida 26 entre 21 y 23, donde se acercó una gran cantidad de gente que durante unas dos horas permaneció en una inmensa hilera para poder degustar una porción de chocolate.

Cerca de las 17, se hizo presente el intendente municipal, Patricio Hogan, junto a demás funcionarios, entre ellos la secretaria de Turismo y Cultura, María Eugenia Bove.

Es importante mencionar que anteriormente en Miramar, se desarrollaba un evento similar pero de menor trascendencia, donde el huevo de Pascua era donado por una panadería local.

Labor

En esta oportunidad, la ardua tarea de fabricación comenzó el 23 de marzo con el propósito de transformar la obra en una de las más grandes del país con esas características, ya que a nivel mundial los registros marcan que el más grande confeccionado tuvo una altura de 10 metros.

"La idea nació hace muchos años cuando trabajaba en Buenos Aires, primeramente se iba a hacer en Córdoba pero por diferentes cuestiones no se dio. Luego salió una propuesta de hacer un huevo de Pascua así en Italia y finalmente se logró en la isla de Cerdeña por 2002, aunque fue un poco más pequeño que éste de Miramar", declaró el mentor, Hugo Sosa.

Cabe recordar que la idea de llevar a cabo una estructura de estas características en "la ciudad de los niños", siempre estuvo latente debido a la residencia casi permanente del empresario gastronómico. "Nos pusimos de acuerdo y comenzamos a trabajar, con dificultades lógicas por la magnitud que tuvo el molde. El metal lo desechamos por sus elevados costos y por ello realizamos un plano que derivó en una estructura de madera, teniendo en cuenta además las dimensiones de la carpa donde fue elaborado", amplió.

El proceso de construcción fue dividido en cuatro partes para que tomara forma de iglú y así se fue montando con andamios hasta lograr la altura estipulada.

"Utilizamos como único ingrediente el chocolate, de características especiales para moldear y soportar mejor las temperaturas con respecto a las coberturas que se utilizan normalmente", se explayó.

Una idea muy original, que sin dudas tuvo una enorme repercusión en la comunidad, algo que quedó demostrado ayer con la impactante cantidad de gente que se acercó para probar al menos un pequeño trozo de ese chocolate, y que también trascendió a nivel nacional por su originalidad.