El arquitecto Fernando Cacopardo -profesor universitario e investigador del Conicet- inició ayer en el salón comunitario ubicado en calle 429 y Antártida Argentina (Monte Terrabusi) una huelga de hambre reclamando que se atiendan los derechos de los niños y en contra de la indiferencia de la política municipal.

Cacopardo, que se desempeña en la Universidad Nacional de Mar del Plata, es responsable de un proyecto que contempla la realización de tareas en viviendas precarias que habitan niños en riesgo. Según lo hizo saber a este medio, su decisión de llevar a cabo una huelga de hambre surgió "a raíz de la indiferencia de las autoridades ante la situación planteada en diversos barrios en los que la pobreza ha tomado forma de estructura invisible a los ojos de los funcionarios".

Tras señalar que "viviendas de chapas, maderas, cartón y nailon, en las mejores ocasiones con algo de ladrillos y membranas en sus techos, sin sanitarios en los baños, sin luz, sin suministro de agua, sin gas, con braseros que calefaccionan y cocinan y con pozos ciegos a cielo abierto, son realidades comunes en barrios como Monte Terrabusi, Alto Camet, Nuevo Golf y La Herradura" sostuvo que "hay otros en los que, con más o menos precariedad, las viviendas se torna en una trampa de vida para los niños que las habitan".

Otras necesidades

Cacopardo, que dirige el grupo interdisciplinario Giasudh, recordó que ha venido atendiendo demandas de acciones urgentes solicitadas por las áreas de Salud y Desarrollo Social del Municipio; asimismo, derivaciones urgentes de los hospitales en razón de que, "en muchos casos, las altas de niños internados con cáncer, neumonía, patologías gástricas, etc., se ven demoradas en razón de que las condiciones de las viviendas que habitan no cumplen con el mínimo de seguridad para su sobrevida".

Explicó que "nuestro proyecto universitario, que cuenta con un grupo interdisciplinario de profesionales, creció en sus objetivos de formar programas productivos y de autosostenimiento con las familias; una vez mejoradas sus viviendas desarrollaron granjas con cría de gallinas y huertas con aportes del INTA", señaló; dijo luego que "el proyecto apoya y sostiene a los niños para que no abandonen la escuela" y que, "en el barrio Monte Terrabusi, se puso en marcha, con excelentes resultados, una bloquera en la que se hacen ladrillos de cemento que luego se utilizan para construir viviendas y/o para venderlos, a precios muy accesibles a particulares, iniciativa que posibilitó que jóvenes en riesgo se puedan incorporar a un proyecto productivo".

Según Cacopardo, "ese esfuerzo solidario se ve abandonado de todo interés municipal". Durante el diálogo que mantuvo con LA CAPITAL, recordó que "a pesar de que existen ordenanzas y decretos que dan forma al compromiso asumido por el Municipio para asistir estas acciones, el intendente Pulti, que para 2009 comprometió su apoyo con una suma mínima de 75 mil pesos, todavía no cumplió"; finalmente se lamentó de que numerosas esperas en despachos comunales, pedidos de audiencia y notas hayan llegado a lo que calificó de "oídos sordos, ojos cerrados y conciencias ausentes".-