Alfajores for export
Pretenden duplicar la vida útil del alfajor. Es para extender el vencimiento de la golosina a 180 días y de esta forma poder instalarla en mercados donde aún no llega.
LA PLATA (Corresponsalía).- Cuando aquellos argentinos que no conocemos la madre patria leemos lo que Hernán Casciari, un compatriota afincado en Madrid, escribió en su blog en el texto "Disculpe, ¿me dice dónde hay un quiosco?", nos sorprendemos al enterarnos de que allí, el alfajor es un elemento desconocido, que no forma parte de sus vidas.
Aquí por el contrario es parte importante en la pirámide alimentaria de estudiantes, oficinistas, repositores, médicos, taxistas, policías y de todo aquel que no disponga de mucho tiempo para nutrirse como Dios manda.
Por eso resulta difícil imaginarse la vida de un argentino en España, donde no puede ir "desayunando" su alfajor diario antes de entrar a trabajar en la oficina, ni decirle a un amigo que va hacia la costa, la famosa frase "Trae alfajores". Pero eso, puede acabar pronto…
Investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), trabajan para lograr que la golosina extienda su fecha de vencimiento de 90 días a 6 meses, duplicando de esta manera la vida útil de la misma y abriendo nuevos caminos para su comercialización. España, Oriente medio, Asia, Australia, son nuevos potenciales clientes, que esperan la posibilidad de degustar este orgullo nacional bañado en chocolate y relleno de dulce de leche.
Sólo comparando los periodos enero-octubre de 2006 y 2007, veremos que la salida de este producto del país aumentó en un 43%, llegando a las 4802 toneladas. Sobre este punto en particular, Chile es quien se lleva el 70% de las colocaciones nacionales, seguido por Uruguay, Paraguay, Perú y Estados Unidos. Pero el mayor objetivo es que la delicia argentina exceda las fronteras del continente y dentro de un lustro, se la pueda conseguir en cualquier punto del globo.
El responsable de este proyecto es Miguel Pauletti, jefe del equipo de investigadores de la UNL, que se propuso extender la vida del alfajor en las instalaciones del Instituto de Tecnología de Alimentos (ITA), dependiente de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ).
Según Pauletti, que desde hace 30 años estudia variables de la producción de dulce de leche, "la clave está en el tiempo de aptitud: es una vinculación que se da entre las tapas y relleno, o sea entre la humedad de las tapas y la del dulce", dice.
Pero el problema que enfrenta la industria alfajorera es que "al estar en contacto, luego del día 40, comienza a ponerse en evidencia la transferencia de humedad entre ambos, por lo que los alfajores comienzan a perder su calidad sensorial".
Pero existe una solución para extender la duración y la calidad de la golosina "si utilizamos en el dulce de leche determinadas combinaciones de azúcares en proporciones adecuadas, no sólo logramos retardar el momento en que el alfajor comienza a perder calidad sensorial, sino que se logra prolongar su vida comercial", explicó Pauletti que continuó explicando "si acercamos el valor del dulce de leche al de las tapas y no cambiamos sensiblemente las modificaciones del dulce, podemos extender su vida".
Así, no deberíamos sorprendernos si al viajar a Europa en el futuro no muy lejano conseguimos saciar nuestro vicio sin dificultad o si algún día, ojeando una Nacional Geografic, podemos ver a un beduino cruzando el desierto en su camello y degustando un triple de dulce de leche.
