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22-02-2009

Un romance eterno

Mar del Plata y el surf, una simbiosis natural en una ciudad con 50 kilómetros de costa.

Uno de los deportes tradicionales de la ciudad es el surf, ya sea porque ofrece un escenario natural para su disfrute o debido a que fue el primer lugar en que se practicó, durante la década del ´60 por iniciativa de Daniel Gil. Lo que también es considerado por muchos como una filosofía de vida, se puede aprender en las distintas escuelas que funcionan en diferentes puntos de la costa. Además, el año pasado, Mar del Plata fue declarada "Capital Nacional del Surf".

A pesar de estar considerado como un deporte extremo, el surf es democrático, ya que su campo de acción es accesible a todos y con práctica todos los voluntariosos son capaces de pararse sobre una tabla para dejarse llevar por la ola, hasta el final de la misma o recortar maniobras sobre la blanca espuma.

A lo largo de los casi 50 kilómetros de costa, Mar del Plata ofrece "points" naturales con diversas rompientes y tamaños de olas, que varían de acuerdo a la velocidad y dirección de los vientos.

La ciudad ha visto nacer a los domadores de olas más talentosos, algunos de los cuales siguen en actividad, y de manera profesional. Tal el caso de Martín Passeri, único surfer profesional que se consagró cuatro veces campeón argentino.

Además de considerar a su profesión como "una filosofía de vida", aseguró que "es un desafío continuo, porque a veces el mar es ingrato, te da revolcones. Pero creo que quien se sube a una tabla y logra pararse, no se baja más".

Este verano, Passeri -que hace 28 años que surfea- defenderá su título nacional a lo largo del circuito y comenzará a incursionar en algunas fechas del tour mundial, para ganar puntos que le permitirán competir en los torneos más importantes.

Asimismo, existen diferentes tamaños de tablas para determinados tamaños de olas y ductilidad del deportista. El longboard o tablón es una tabla de gran tamaño, larga, alcanza a medir 12 pies o más (3 metros y medio), con nariz redondeada, en la que es relativamente fácil pararse.

Decreciendo en longitud, le siguen la evolution y "chanchita" que en general miden alrededor de 6 pies y medio y se caracteriza por tener mayor volumen que las tablas cortas, tanto en la nariz como en la cola, ofreciendo buena flotación y estabilidad.

El funboard es un tipo de tabla que combinan la flotabilidad y la estabilidad de la larga con algo de la maniobrabilidad de la tabla corta.

Por último, la tabla corta o shortboard es de las más comunes, con tres quillas.

La actividad genera una especie de tradición familiar que va pasando de generación en generación, tal como sucede con Daniel Gil y sus hijos, y muchos otros más.

Aprender

Olvidando las caídas y vuelta a pararse, los revolcones y demás, actualmente existen numerosas escuelas de surf que ofrecen clases diarias, individuales o grupales, para que hombres y mujeres de todas las edades puedan abandonar el mar con una sonrisa después de la experiencia.

El pionero del surf local, Daniel Gil, hace varios años montó en Kikiwai (Punta Cantera) una academia que ofrece clases y cursos, mientras que en "Honu Beach" -pegado al faro- la escuela está comandada por Marcelo "Kong" Galindo, quien además de la parte práctica, imparte los conocimientos teóricos para evitar problemas en el mar. Este punto -a la altura del Aquarium, conocido entre los adeptos como "la maquinita"- congrega a numerosos deportistas que pretenden entrenar o simplemente divertirse un rato. Y allí, en la orilla, se erige el chiringo más surfer de toda la costa marplatense: "Pakalolo".

Las escuelas ofrecen todo el equipamiento necesario, integrado por una tabla (los principiantes suelen usar unos tablones de material soft, para facilitar la flotabilidad y evitar golpes) y el traje de neoprene para evitar el frío.

En Playa Grande, en la zona del Yacht, funciona la escuela de surfistas profesional que ofrece cursos semanales o clases diarias. Lo mismo sucede en el sector conocido como Biología. En muchas de las escuelas, las lecciones son impartidas por surfers profesionales como "Rulo" Prenski o Andrés di Marco.

Las clases tienen una duración de hora y media, pueden ser individuales o colectivas, y cuestan alrededor de $80. Además, hay cursos que se prolongan durante toda la semana y niveles intensivos de entrenamiento.

Y más

El surf, además de ser un deporte, forma de vida y filosofía, genera en la ciudad una industria que comprende la realización de tablas e indumentaria relacionada con la actividad, de proyección internacional.

Tal el caso de Fernando "Rata" Aguerre, fundador de una mítica marca, presidente honorario de la ONG Surfrider y aguerrido militante de la causa surfer, tanto que el año pasado logró -en una demostración exitosa de trabajo en equipo- que la ciudad sea declarada como "Capital Nacional del Surf".

Justamente, la fundación Surfrider brega desde hace años para "preservar el recurso de las olas" y en ese sentido se niegan a la construcción de escolleras en T.

El director ejecutivo de la entidad, Gustavo Huici, detalló que "las escolleras en T constituyen una invasión de piedras al mar, cortando la rompiente, que sólo sirven para juntar basura y ser albergue de ratas".

En cuanto al primer cumpleaños de la ciudad como capital nacional del surf, Huici dijo que "nada cambió, no deja de ser una expresión marquetinera y de deseo, porque en la práctica no cambió nada".

"Las playas del norte -relató- tienen un estado deplorable, siguen existiendo los efluentes cloacales clandestinos".

A las olas las calificó como "un recurso único que genera turismo todo el año" y además ofrece una ayuda social (ver recuadro).

También se manifestó en contra del traslado de la nocturnidad a la escollera Norte porque "es incompatible, atenta contra la familia que va a la mañana a la playa, que encontrará vidrios rotos, botellas, vómitos".

"Las olas son un recurso único -concluyó- aportan al lugar, acá ya se han hecho desastres. La idea es mantener el carácter natural y que agregue valor al lugar".

Oportunidad social

Como desde hace varios años, en la playa Sun Rider -la costa y Estrada- se desarrolla la Escuela Social de Surf "La Nueva Ola", a la que concurren durante enero y febrero 35 chicos de los barrios del norte de la ciudad.

Así, de lunes a viernes los chicos inician la jornada con el desayuno y enseguida cruzan a la playa Sun Rider para realizar las actividades propias del surf y otros deportes.

Asimismo, a principio y fin de semana -o sea los lunes y viernes- después del almuerzo concurren a talleres de "Entrenamiento en Valores", en los cuales reflexionan sobre diversos temas mediante dinámicas grupales.

La escuela de surf está enmarcada en el Programa de Escuelas Deportivas que durante el corriente llevarán adelante las organizaciones sociales CEAS y el Club Atlético Estrada.

La idea de estas iniciativas es que,  mediante la práctica del fútbol, el surf y actividades educativas, se logre generar  un abanico de oportunidades sociales a los chicos y chicas de la zona.

Por su parte, la escuelita gratuita de surf se puede concretar debido a la alianza entre el Club Atlético Estrada, el colegio Mar del Plata Day School, la empresa Quick Silver y el CEAS.

Lugares

* Norte: Estrada; Sun Rider; Cardiel; Perla Norte.

* Centro: "La Pepita" Punta Iglesia; Varese; Cabo Corrientes.

* Playa Grande: Biología y el sector del Yacht, pegado a la escollera Norte.

* Puerto

* Sur: Waikiki; Mariano; El Faro; La Serena; La Paloma; Luna Roja; Chapadmalal.